SOBERANO DEL CREADOR CRISTO O ESCLAVO DEL VATICANO
Desde hace miles de años que la esclavitud es parte de nuestro
planeta. Es una forma de expresión de nuestra naturaleza humana. Por
mucho que avanza la cultura, la sociedad y la tecnología; la esclavitud
está siempre presente. Puede que aparentemente no se parezca a la
antigua que usaba cadenas y látigo, pero nunca en la historia ha habi-
do tanta esclavitud como hoy. Es más sutil y perversa que nunca. Es
voluntaria o inconsciente, y el mundo entero se ha convertido en un
gigantesco campo de concentración donde los esclavos ni siquiera
saben que lo son.
Nadie puede ser feliz siendo esclavo, aunque no sepa que lo es.
Por lo que, para vivir una vida de plenitud, uno tiene que liberarse y
recuperar la soberanía sobre su vida. ¿Qué es ser sobeano? No
depender de algo o de alguien excepto del Creador. En nuestro caso,
estar por encima del estado, del NOM y de Lucifer.
En tu caso, es posible que pienses que eres libre porque no per-
teneces a una cultura subdesarrollada de algún país del tercer mundo.
Desgraciadamente, te guste o no, quieras reconocerlo o no, todos y cada
uno de nosotros hemos nacido esclavos. Nuestros padres nos vendieron
y ni siquiera sabían que lo estaban haciendo cuando al inscribirnos en el
registro civil nos estaban entregando en manos del Vaticano (a través
del gobierno) para servir como esclavos el resto de nuestra vida.
Vivimos en una esclavitud mundial y ni siquiera lo sabemos.
Esclavos de la Conspiración Universal
Nacemos como esclavos de la gran conspiración universal contra el
Creador y cuando la descubrimos y rechazamos es cuando somos libe-
rados de ella. Por eso se dice que el Padre nos ha librado de las tinieblas
(Col.1:13) y, por lo tanto, quien no ha sido liberado sigue en ellasEl estado en el que se encuentra nuestro planeta hoy no es más
que la continuidad de la conspiración original. Sin esta clave, es
imposible comprender el desorden mundial que se ha creado, de forma
intencional, para instaurar un Nuevo Orden.
Sólo cuando uno reconoce y se coloca de parte del Padre So-
berano es que recibe entendimiento, poder y valor para hacer frente
a la trama a la que los dirigentes de este mundo se han unido para
conspirar contra el Creador. (Hech.4:24-31)
Y en esta batalla los seres espirituales libres no tienen miedo ya
que el temor es la mayor evidencia de que NO hay liberación espiritual.
Jesucristo nunca tuvo temor a nada ni a nadie. Y la persona con temor
no es libre sino un esclavo de algo o de alguien.
Nacemos Doblemente Esclavos
La historia describe cómo el pueblo de Israel fue liberado de la es-
clavitud, de, la entonces, nación más poderosa de la tierra : Egipto. Pero
aún después de su liberación física, su Salvador quería para ellos,
una liberación más profunda: la espiritual. Por eso los llevó al
Sinaí, para que entendieran que podían ser libres de un imperio o
estado (Egipto), pero podían seguir siendo esclavos de sus propias
pasiones. Y la fiesta egipcia que organizaron al pie del Sinaí fue la
evidencia de que aún eran esclavos.
Por eso su Redentor tuvo que darles las 10 Promesas con las cua-
les les estaba diciendo: “El día que seáis liberados espiritualmente cum-
pliréis estas promesas. Ellas serán la señal de vuestra liberación.” Estas
promesas son lo que se conoce, también, como Ley Natural y que están
por encima de todas las leyes que los seres humanos han elaborado a lo
largo de la historia hasta hoy. Todas las demás leyes humanas son cono-
cidas como: Ley Común, Ley Positiva, Ley de Comercio, Ley del Hombre,
Ley Marítima, y Ley del Almirantazgo. Para el ser humano libre,
estas leyes tienen un rango inferior a la Ley Natural que está
integrada en su conciencia.
El Vaticano Engloba Todos los Esclavos de la TierraEl 18 de noviembre de 1302 al Papa Bonifacio VIII se le ocurrió
promulgar una bula papal (ley religiosa donde decía que todo y todos en
esta tierra le pertenecen. Es la bula denominada Unam Sanctam Eccle-
siam. En otras palabras, lo que el Papa dijo es que en vez de que todas
las cosas le pertenezcan al Creador que las creó (Salmo 24:1, desde
ese momento le pertenecían a la Iglesia Católica. Es obvio que es una
blasfemia que sirvió para iniciar la apropiación y acumulación de toda la
riqueza de la tierra usando a los reyes como sus banqueros.
En la práctica, y traducido en otras palabras, la bula papal de 1302
usa la metáfora del almirantazgo y el derecho marítimo de la Biblia. Se-
gún la iglesia papal, la primera iglesia santa fue el arca de Noé; porque
mientras todo el mundo estaba cubierto por el agua lo único que se
elevó por encima era el arca.
Así que todos los seres humanos a partir de ese día, respaldados
por la Biblia, como la ley del código náutico, están perdidos en el mar,
y el Papa, por lo tanto, reclama todo el poder y toda la propiedad, tanto
espiritual como temporal hasta que el muerto vuelva a reclamar sus dere-
chos. Es decir, hasta que nosotros, cada uno de nosotros volvamos
a reclamar nuestro derecho.
Una segunda bula denominada Romanus Pontifex emitida por el
papa Nicolás V en 1455, se convirtió en la base para la apropiación de
las tierras en el nuevo mundo, en América, con el argumento de que sus
actividades servían para difundir el cristianismo.
Una tercera bula denominada Aeterni Regis, o del rey eterno, se
publicó en 1481 por el Papa Sixto IV. Esta bula fue la base legal para que
Cristóbal Colón actuara como agente virreinal de la corona española en
América, porque fue el papado quien concedió permiso a la corona espa-
ñola para el descubrimiento de América.
Esta bula hace que cuando un niño nace su partida de nacimiento,
cuenta como un bono valor al banco central privado de la nación quitán-
dole la propiedad de su cuerpo y condenándolo a la servidumbre perpe-
tua como persona romana o esclavo.El Rey Supremo y los Reyes del Mundo
Los Papas no sólo se han apropiado de la creación, sino que se han
hecho reyes supremos de este planeta y por la eternidad, título que sólo
corresponde al Eterno. Ellos llevan siglos comerciando con los reyes de
la tierra que tienen bajo su mando, y dejando a un lado al Rey Supremo.
Todos sabemos lo que es un rey porque aun hoy hay monarquías
en el mundo.
El problema es que no somos conscientes que por encima de todos
los reyes y gobiernos de este planeta está el Rey de Reyes. Los monar-
cas de este mundo nacen y mueren, pero Él es rey desde siempre y
para siempre. No saben que tienen un rey por encima de ellos
mismos, y están sometidos al Él. Es el Rey del reino de los cielos y de
la tierra y es “soberano de los reyes de la tierra.” (Ap.1:5)
Esta expresión quiere decir supremo en autoridad, primero en rango
o poder. Para poder descubrir que podemos librarnos de la esclavitud po-
lítica y espiritual es de suma importancia reconocer al Soberano de todos
los hombres y todas las cosas. Lo es porque es autor de todo y por eso
tiene autoridad sobre todos y, sobre todo.
A pesar de todo lo dicho, ha llegado el día en esta tierra en el que da
la impresión que el Rey Supremo parece estar ausente, como si hubiera
desaparecido, pero en realidad está presente. La tierra va a parecer, cada
vez más, un planeta sin control, pero todo está bajo su dominio.
La Ley del Creador y Rey
Todo reino tiene una ley, y el reino del Creador también la tiene. La
ley natural, los diez mandamientos, son la carta magna de nuestro uni-
verso y planeta. La rebelión de Lucifer se produjo al no querer respetar
esa Ley Natural por lo que se rige por sus propias leyes. Y aquellos que
quieren respetar la ley del Padre, se colocan en oposición a su rebelión.
Pronto veremos promulgarse leyes universales en directa
oposición a la Ley Natural. Pero las tablas originales de la Ley del
Creador se sa-carán a la vista de toda la humanidad para que cada uno
decida cuál delas dos quiere respetar. Los habitantes del planeta serán divididos en dos
grupos: los que quieran respetar la Ley del Creador y los que se coloquen
de parte de la ley del gran engañador.
Hermanos del Soberano
Es sumamente interesante descubrir que en el Evangelio (El Libro
de las Buenas Noticias) diga que el “soberano de los reyes de la
tierra” nos considera sus hermanos. (Heb.2:11) Por este motivo, cuando
el Mesías se paseó por este planeta llamó a sus seguidores “mis
hermanos.” (Mr.3:34,35) Esto no tiene por qué extrañarnos ya que, si
aceptamos ser sus seguidores, somos hermanos del “Rey de
reyes.” (Ap.17:14; 19:16). Si somos hermanos del Rey Supremo,
tenemos como hermano mayor a Jesucristo, y si somos hermanos del
Soberano, somos soberanos.
Es difícil entender por qué hay tantos seres humanos, incluidos
cris-tianos, con la autoestima tan baja. Sin pretender tenerla más alta
de lo que corresponde, cada cristiano tendría que entender que el
hecho de ser hijo del Creador por redención, y hermanos de
Jesucristo, nos convierte en soberanos espirituales. Esta
soberanía espiritual nos coloca por encima de todos los reyes y
gobiernos de la tierra, para no vivir nunca más bajo su dominio.
Tanto es así que el Padre nos considera también reyes. Y para que
ninguno tenga duda alguna sobre esto, se nos han dejado escritas las
siguientes palabras:
“Nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre.” (Ap.1:6)
Algunas versiones dicen: “Nos ha hecho que seamos un reino.”
Cuando aceptamos al Soberano de los reyes de la tierra; pasamos
a formar parte de su reino y su propia soberanía. Somos soberanos de
un reino espiritual en esta tierra que representa el reino celestial y al Gran
Soberano. ¿Por qué entonces tenemos tanto miedo a Lucifer y a sus
representantes políticos, religiosos y sanitarios?
Esclavitud y Liberación Espiritual
Tenemos miedo mientras no hayamos sido liberados. La
soberanía espiritual viene precedida por una liberación espiritual.Sin ella, seguimos siendo esclavos de nosotros mismos y los de-
más. En el Libro Sagrado tenemos diversas referencias al concepto de
ser esclavos y libres, espiritualmente hablando.
Todo ser humano es un esclavo espiritual antes de ser liberado:
1. “Estábamos en esclavitud.” (Gálatas 4:3)
2. “Esclavitud de corrupción.” (Romanos 8:21)
3. “Esclavos de los hombres.” (1ªCorintios 7:23)
4. “Si permitís que alguno os esclavice…” (2ªCorintios 11:20)
5. “Si os sometéis a alguien como esclavo…” (Romanos 6:16)
6. “El que es vencido por alguno, se hace esclavo del que lo
venció.” (2ªPedro 2:19)
Pero después de ser liberados de la esclavitud espiritual el esclavo
se convierte en ser humano libre:
1. “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)
2. “No habéis recibido el espíritu de esclavitud.” (Rom.8:15)
3. “…nos ha hecho reyes (soberanos).” (Ap.5:10)
Es interesante que en el griego antiguo “ungido” (Kairós) también
signifique “soberano.” Y sólo recuperamos la soberanía espiritual
cuando aceptamos al Rey celestial.
Hasta que el ser humano no entienda que necesita una liberación de
su esclavitud espiritual, de poco sirve la soberanía política.
Si quieres ser libre, necesitas liberarte de todo tipo de escla-
vitud, incluida la de tu gobierno que está bajo el dominio de Roma.
El soberano espiritual no está sometido a ningún estado y tampoco
a ninguna organización religiosa. Quienes se someten a su gobierno
para desobedecer a Dios se hacen esclavos del Vaticano por medio
del estado que controla, sea lo que sea lo que profesen. O somos parte
del reino espiritual del Creador, o somos esclavos del Nuevo Orden Mundial romano.
Dicho de otra forma, la liberación del cristiano no sólo es espiritual
sino legal. Además de necesitar una liberación espiritual, también nece-
sitamos ser liberados de la esclavitud político-religiosa. Pocas cosas
hay más tristes que ver a los cristianos viviendo como esclavos del esta-
do. Eso mismo demuestra que no son lo que creen ser.
Todo ser humano necesita la doble liberación si quiere realmente
ser libre y feliz.
El Soberano Espiritual Será Doblemente Soberano
El Supremo Soberano quiere que, todo ser humano espiritual
sea soberano, y que todo soberano se rija por Su ley espiritual.
Si no se completan las dos cosas, se sigue siendo esclavo. El sobe-
rano espiritual tarde o temprano será soberano político porque si no lo es,
dejará de ser soberano espiritual.
Si uno sólo es cristiano, ha sido sólo liberado espiritualmente pero
no legalmente; Si uno sólo es soberano, ha sido liberado legalmente,
pero no espiritualmente, y sigue siendo esclavo.
Por eso podemos hablar de soberanía parcial y total. Se puede ser
soberano político, pero de nada sirve si no se es soberano espiritual.
Si somos verdaderamente soberanos, el Creador nos hace
completamente soberanos. La soberanía civil, que incluye la
psicológica y la soberanía espiritual, son muy diferentes, y un ser
humano, no es plenamente libre si no es doblemente soberano.