, donde aparece la expresión.Apocal CAP 12:3,9.
Dragón Satanás .
Apocalipsis (de Juan) 12-> Ver. 3
[V.3-> Señal. Gr. s’méion (ver com. Ap 12:1). Dragón escarlata. Este símbolo o poder se identifica en el Ap 12:9 como “la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás”. Este símbolo representa a Satanás actuando por medio de la Roma pagana, el poder que gobernaba el mundo cuando Jesús nació (ver com. Ap 12:4; cf. CS 491). El dragón se describe como de color “escarlata”, probablemente porque en toda su relación con la iglesia de Dios aparece como perseguidor y destructor de ella. Su propósito ha sido el de destruir a los hijos del Altísimo. Siete cabezas. También aparecen siete cabezas en la bestia que Juan vio surgir del mar 823 (Ap 13:1) y sobre la bestia bermeja (Ap 17:3). Las cabezas del Ap 17:9-10 se identifican como “siete montes” y “siete reyes”. Es, pues, razonable concluir que las siete cabezas del dragón representan poderes políticos que han fomentado la causa del dragón, y por medio de los cuales este ha ejercido su poder perseguidor. Algunos sostienen que el número “siete” se usa aquí como un número que indica plenitud, y que no es necesario identificar precisamente a siete naciones por medio de las cuales haya obrado Satanás. Cf. com. Ap 17:9-10. En cuanto a una descripción de la serpiente de siete cabezas en la mitología antigua, ver com. Isa 27:1. El Talmud también menciona un dragón con siete cabezas (Kiddushin 29b). Diez cuernos. La bestia de los cap. 13 y 17 también tenía cada una diez cuernos. Algunos sostienen que los diez cuernos del dragón son idénticos a los de las dos bestias, y que los de la segunda bestia (Ap 17:7) son idénticos a los diez cuernos de la cuarta bestia de Dan.7. Para identificar los diez cuernos de la cuarta bestia, ver com. Dan 7:1. Otros ven en los diez cuernos del dragón una designación más general de los poderes políticos menos importantes, por medio de los cuales ha obrado Satanás, en contraste con las siete cabezas, que pueden considerarse como una representación de los principales poderes políticos (ver com. “siete cabezas”). Sugieren que el número “diez” puede ser un número redondo, como sucede a menudo en otras partes de las Escrituras (ver com. Luc 15:8). Cf. com. Ap 17:9-10. En sus cabezas. Las insignias de realeza sobre las cabezas pueden tomarse como una evidencia adicional de que representan reinos políticos (ver com. “siete cabezas”). Diademas. Gr. diád’ma, literalmente “algo ceñido”, de diadéō, “ceñir”. Esta palabra se usaba para describir la insignia de realeza de los reyes persas, una cinta azul bordeada de blanco, que se usaba sobre el turbante. Después llegó a ser usada como señal de realeza. Diád’ma sólo aparece aquí y en Ap 13:1 y Ap 19:12. Diád’ma, que contrasta con stéfanos, también se traduce “corona” en el NT (Mat 27:29; 1Co 9:25; 2Ti 4:8; etc,) Stéfanos era una guirnalda que con frecuencia significaba el premio o trofeo que se daba a los vencedores (ver com. 1Co 9:25). ]
Apocalipsis (de Juan) 12-> Ver.
[V.7-> Batalla en el cielo. Juan presenta ahora brevemente la historia del gran conflicto que hubo en el cielo entre Satanás y Cristo, desde su origen hasta el momento en que Cristo triunfó en la cruz (Ap 12:7-9 cf. Col 2:14-15), cuando Satanás fue arrojado definitivamente del cielo a la tierra (Ap 12:10-12), y el desarrollo de ese conflicto en la tierra hasta el tiempo del fin (Ap 12:13-16; ver com. Dan 11:35). Esta breve reseña queda como trasfondo de la extensa descripción del desarrollo del conflicto durante el tiempo del fin, por medio del cual esa lucha finalmente termina con éxito (Ap 12:17 a 20:15). En el Ap 12:9-11 Juan habla más particularmente de la fase del conflicto librado en el cielo en relación con la muerte de Cristo en la cruz. En cuanto a la evidencia del contexto que apoya esta conclusión, ver com. Ap 12:9. Aunque el revelador enfoca primordialmente su atención sobre el punto culminante del conflicto, que tuvo lugar en la cruz, la frase “hubo una gran batalla en el cielo” también puede entenderse como que se refiere al tiempo anterior a la creación de la tierra, cuando la hostilidad del dragón comenzó porque Lucifer aspiraba a ser semejante a Dios (ver com. Isa 14:13-14; Eze 28:12-16). En ese tiempo Satanás fue expulsado del cielo junto con los ángeles que simpatizaban con él (ver 2Pe 2:4; Jud 1:6). Los ángeles leales no entendieron plenamente entonces todas las consecuencias que estaban implicadas; pero cuando Satanás vilmente derramó la sangre de Cristo, quedó completa y eternamente desenmascarado delante del mundo celestial. Desde ese momento sus actividades fueron aún más restringidas (ver DTG 709). Miguel. Gr. Mija’l, una transliteración del Heb. mika’el, que significa “¿quién semejante a Dios?” Miguel es mencionado como “uno de los principales príncipes” (Dan 10:13), como “el gran príncipe” (Dan 12:1), y también como “el arcángel” (Jud 1:9). La literatura judía describía a Miguel como el más encumbrado de los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo identificaba como el ángel de Jehová (ver Talmud Yoma 37ª; Midrash Rabbah, com. Gen 18:3; Exo 3:2). Según el Midrash Rabbah, com. Exo 12:29, Miguel fue el ángel que vindicó a Israel contra las acusaciones de Satanás. Un examen cuidadoso de las referencias bíblicas a Miguel permite concluir que no es otro sino nuestro bendito Señor y Salvador Jesucristo (ver com. Dan 10:13; cf. com. Jud 1:9).]
Apocalipsis (de Juan) 12-> Ver. 8
[V.8-> No prevalecieron. Como la frase “batalla en el cielo” (Ap 12:7) puede tener una doble aplicación cuando se describe tanto el conflicto inicial en el cielo entre Lucifer y Dios como el que comenzó en la tierra entre Satanás y el Cristo encarnado, las palabras “no prevalecieron” pueden aplicarse apropiadamente a ambas etapas del conflicto, pues Satanás no tuvo éxito en ninguna de las dos. Ya lugar. Estas palabras pueden entenderse como una referencia al lugar que una vez poseyeron u ocuparon, o se les había asignado. Lucifer fue una vez el querubín “protector” (ver com. Eze 28:14), y los ángeles que se unieron con él en la rebelión ejercían diversas funciones de responsabilidad. Lucifer y sus ángeles perdieron esas funciones cuando fueron arrojados del cielo. ]
Apocalipsis (de Juan) 12-> Ver. 9
[V.9-> Fue lanzado fuera. Satanás y sus ángeles fueron expulsados del cielo en las edades pasadas (2Pe 2:4), antes de la creación de este mundo Sin embargo, parece que hasta el momento del drama de la cruz podía llegar hasta los seres celestiales, y en un grado limitado, posiblemente como “príncipe de este mundo” (Jn 12:31; Luc 4:6), pero no como habitante del cielo, podía entrar en los recintos celestiales ver com. “en tierra”). Esta puede ser, sin embargo, la expulsión definitiva que ocurrió en la cruz, como lo declaró nuestro Señor (Jn 12:31-32; . Es evidente por el contexto (Ap 12:10-13) que Juan se está refiriendo más específicamente a los sucesos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz. Pueden notarse los siguientes puntos: 1. La proclamación que hace una “gran voz en el cielo” (Ap 12:10-12) es más o menos un paréntesis, cuyo propósito es explicar el significado de la expulsión de Satanás (Ap 12:9), en primer lugar a los habitantes del cielo, y luego a los de esta tierra. Después de este paréntesis explicatorio, el Ap 12:13 continúa la narración de las actividades de Satanás a partir del lugar donde había quedado en el Ap 12:9. Por consiguiente, los Ap 12:10-12 constituyen, principalmente, una declaración relativa al estado del plan de salvación en el momento en que Satanás fue “arrojado a la tierra”. 2. La primera declaración de la “gran voz” consiste en una serie de hechos relacionados con el triunfo de Cristo en la cruz sobre Satanás: se aseguró el plan de la “salvación”, se dio “poder” para resistir los engaños de Satanás, se aseguró el “reino” de Cristo y fue confirmado su “poder” literalmente “autoridad” de ser el Salvador del hombre, el sumo sacerdote y rey (Mat 28:18; CS 558). 3. La razón que se da en Ap 12:10 para esta cuádruple victoria es muy especifica: que “ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos”, lo cual relaciona claramente lo que se ha hecho con la expulsión del Ap 12:9. 4. En el tiempo de la expulsión de los Ap 12:9-10; Ap 12:13, “el acusador de nuestros hermanos” ya los había estado acusando activamente “delante de nuestro Dios día y noche”. Es obvio que esta caída ocurrió después de que Satanás había estado acusando durante cierto tiempo a “los hermanos”; por lo tanto, según parece ésta no puede ser la expulsión original de Satanás, la cual fue, por supuesto, antes de la creación de la tierra y de Adán y Eva. 5. El Ap 12:11 declara específicamente que fue “la Sangre del Cordero” -la muerte de Cristo en la cruz- la que había hecho posible la victoria sobre “el acusador de nuestros hermanos”. El gran dragón. Ver com. Ap 12:3. Serpiente. Una referencia a la serpiente que engañó a Eva (Gen 3:1). Antigua. Gr. arjáios, “antiguo”, “viejo”, de arj’, “principio”. “Arcaico” deriva de arjáios. Cf. Jn 8:44. Diablo. Gr.Diábolos, “calumniador” (ver com. Mat 4:1). Satanás. Gr. Satanás, transliteración del Heb. Sátan, que significa “adversario” (ver com. Zac 3:1). Engaña. Gr. Planáō, “hacer errar”, “descarriar”. “engañar” (ver com. Mat 18:12). Mundo. Gr. oikoumén’ “el mundo habitado”, de oikéō, “morar” (ver com. Mat 4:8). A la tierra. El conflicto en el cielo comenzó debido a los planes para la creación del hombre Cuando la tierra fue creada y entregada a Adán, Satanás se esforzó para hacer que cayera el hombre que acababa de ser creado. Cuando consiguió que Adán y Eva cayeran, reclamó la posesión de la tierra (ver com. Mat 4:8-9); pero lo limitó sus esfuerzos a esta tierra sino que también tentó a los habitantes de otros mundos . No será sino hasta la segunda venida de Cristo cuando Satanás será completamente confinado a esta tierra durante mil años (ver com. Ap 20:3; ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 1
[V.1-> Me paré. La evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por la variante “y él se paró”. Si se adopta esta variante, sería mejor unir “y él se paró sobre la arena del mar” con el Ap 12:17, como se hace en ciertas ediciones griegas y versiones castellanas (BJ, BC, NC). “El” se referiría entonces al dragón que está en la playa del mar esperando el surgimiento de la bestia, con el propósito de investirla con su poder y autoridad (Ap 13:2). Pero si se acepta la variante “me paré”, entonces Juan describe simplemente el promontorio desde donde vio cómo ascendería la bestia. La arena del mar. El mar sin duda representa pueblos, naciones y lenguas (ver com. Ap 17:1-2; Ap 17:8; cf. com. Dan 7:2). Del mar. Esta bestia sube “del mar”, pero la bestia del Ap 13:11 sube “de la tierra”. La una sube o surge de entre multitudes de pueblos (ver com. “arena del mar”); la otra, en donde la población es escasa (ver com. Ap 13:11). Una bestia. En cuanto al significado de bestia en la profecía simbólica, ver com. Dan 7:3; y en cuanto a la identificación de la bestia, ver com. Ap 13:2. Siete cabezas. Algunos identifican estas cabezas con las que tiene el dragón y también con las de la bestia del cap. 17 (ver com. Ap 12:3). Otros ven en estas cabezas las diversas organizaciones políticas por medio de las cuales actúa la nueva bestia después que el dragón de siete cabezas le cede “su poder y su trono, y grande autoridad” (Ap 13:2). Para un comentario sobre el número siete, ver com. Ap 1:11. Diez cuernos. Algunos identifican estos cuernos con los del dragón (ver com. Ap 12:3). Otros limitan la aplicación de estos cuernos a naciones por medio de las cuales el poder representado por la bestia ejerció su voluntad y autoridad (ver com. Ap 12:3). Diademas. Gr. diád’ma, “corona real” (ver com. Ap 12:3). Estas coronas en los cuernos confirman la identificación de los cuernos como poderes políticos. Nombre. La evidencia textual se inclina (cf. p. 10) por el texto “nombres” (BA, NC). Blasfemo. Gr. blasf’mía, que significa “injuria”, “calumnia”, cuando se dirige contra los hombres, y palabras impías, cuando se dirigen contra Dios. Sin duda aquí predomina el último sentido. El nombre o los nombres aparecen como si estuvieran escritos sobre las cabezas. Representan indudablemente los títulos blasfemos usurpados por la bestia (ver com. Dan 7:25). ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 2
[V.2-> Leopardo... oso... león. Una evidente alusión al simbolismo de Dan. 7. Daniel vio tres bestias: la primera era semejante a un león; la segunda, a un oso; la tercera, a un leopardo. La bestia que vio Juan tenía características físicas tomadas de las tres, lo que indica, sin duda alguna, que el poder representado por la bestia de Apocalipsis posee características evidentes en los imperios de Babilonia, Persia y Grecia. Algunos han notado que Juan alude a estos poderes en el orden inverso de su aparición en la historia, o mirando retrospectivamente desde sus días. Dragón. Ver com. Ap 12:3. Le dio su poder. El dragón representa en primer lugar a Satanás, y en un sentido secundario recibió del dragón “su poder, y su trono, y grande autoridad” fue, claramente, la Roma papal. “De las ruinas de la Roma política se levantó el gran imperio moral en la “forma gigantesca” de la Iglesia Romana” (A. C. Flick, The Rise of the Mediaeval Church [ 1900], p. 150). Esta identificación es confirmada 832 por las especificaciones enumeradas en los versículos siguientes. Detrás de todo estaba Satanás, que procuraba exterminar a la iglesia. Cuando se dio cuenta que sus esfuerzos para aniquilar a los seguidores de Cristo por medio de la persecución resultaban ineficaces, cambió sus tácticas y se propuso separar de Cristo a la iglesia por medio del establecimiento de un sistema religioso falso y complejo. El dragón no actúa directamente por medio del paganismo, sino que empieza a trabajar tras la fachada de una organización profesamente cristiana, esperando de este modo disfrazar su identidad. Trono. Gr. thrónos. Los papas ascendieron al trono de los césares. La capital del sistema papal era la misma que la que había ocupado el Imperio Romano durante su apogeo. Grande autoridad. El papado predominó en los asuntos políticos y religiosos, y sobre la conciencia de los hombres. ] Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver.
[V.3-> Una de sus cabezas. Ver com. Ap 13:1. Herida. Gr. sfázō, “matar”, “degollar”. Es afín de la palabra que se traduce “inmolado” en el Ap 5:6. Los adventistas creen que esta predicción se cumplió asombrosamente en 1798, cuando el general Berthier entró en Roma a la cabeza del ejército francés y declaró que había terminado el poder político del papa. Tomó prisionero al papa, lo llevó a Francia, donde poco después murió (ver com. Dan 7:25; CS 492). Sin embargo, este suceso sólo marcó la culminación de una larga serie de acontecimientos. La decadencia del poder papal había comenzado muchos años antes (ver Nota Adicional de Dan. 7). El comienzo de la Reforma protestante fue un hecho significativo en la larga serie de acontecimientos. Su herida. Gr. pl’g’, “un golpe”, también la herida producida por un golpe. Uno u otro significado puede adaptarse en este versículo. La “herida de muerte” podría ser, o el golpe que produce la muerte, o la herida que produce la muerte. Fue sanada. En los años que transcurrieron después de la Revolución Francesa se produjo un reavivamiento gradual del sistema papal. El papa sufrió un nuevo golpe en 1870, cuando le fueron quitados los Estados papales. Un suceso importante aconteció en 1929 cuando, por el tratado de Letrán, el poder temporal le fue restaurado al papa. Recibió entonces el gobierno de la Ciudad del Vaticano, una sección de la ciudad de Roma, que ocupa una extensión de unas 44 hectáreas. Sin embargo, el profeta contempla que hay una restauración mucho mayor. Vio la herida completamente curada, como lo insinúa el texto griego. Juan vio, además, que después de la curación “todos los moradores de la tierra” -excepto unos pocos fieles- adoraron a la bestia (Ap 13:8; ). Esta adoración aún se halla en el futuro. Aunque el papado recibe el homenaje de ciertos sectores, enormes conjuntos humanos no le rinden pleitesía. Pero esto cambiará. La bestia del Ap 13:11 “hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Ap 13:12). Se maravilló toda la tierra. Parecía increíble que pudiera resurgir el poder papal; pero la profecía ha declarado que así sucedería. ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 4
[V.4-> Adoraron al dragón. Adorar a la bestia es en verdad adorar al dragón, porque la bestia es el instrumento o agente visible del dragón, que lleva a cabo los propósitos del dragón. El período del restablecimiento del papado también se caracterizará por la actividad sin paralelo del espiritismo. Detrás del espiritismo está Satanás que obra “con todo engaño de iniquidad” (2Ts 2:10). Por medio del catolicismo romano, el espiritismo y el protestantismo apóstata, Satanás se propone lograr que todo el mundo le adore; y lo conseguirá, excepto de un noble remanente que se negará a acceder a sus pretensiones (Ap 12:17; Ap 13:8). Adoraron a la bestia. Ver com. “adoraron al dragón”. ¿Quién como? Tal vez sea una parodia de expresiones similares dirigidas a Dios (Exo 15:11; Sal 35:10; Sal 113:4). ¿Podrá luchar contra ella? La resistencia a las demandas de la bestia evidentemente significaba guerra. Se sugiere que regiría por la fuerza de las armas y que la resistencia sería inútil; pero finalmente Cristo y los ejércitos del cielo tendrán éxito en su lucha contra ella, y la arrojarán viva “dentro de un lago de fuego que arde con azufre” (Ap 19:20). ]
Apocalipsis (de Juan) 13-> Ver. 12
[V.12-> Autoridad. Este versículo es una ampliación de la frase “hablaba como dragón” (Ap 13:1). El cumplimiento es aún futuro (ver com. Ap 13:11). Durante el apogeo de su poder, la primera bestia, el papado 835(ver com. Ap 13:2), ejerció amplia autoridad en asuntos tanto religiosos como políticos (ver com. Dan 7:8). Para que la segunda bestia ejerza toda la autoridad de la primera bestia, tendrá que entrar en el campo de la religión y procurar imponerse en el culto religioso. Este paso por parte de los Estados Unidos de Norteamérica significará que renuncia completamente a su política actual de conceder plena libertad religiosa a sus ciudadanos. Este cambio se predice aquí (ver 2JT 151). El cambio de política se presentará, sin duda, en forma aparentemente inofensiva. Ya se han hecho repetidos intentos para establecer leyes más estrictas en cuanto a la observancia del domingo como día de culto. Se espera que así mejoren los principios morales de la sociedad. Pero, por inofensivo que parezca, cualquier tentativa de regular las prácticas religiosas mediante una ley es una violación del principio fundamental de la libertad religiosa. Esta profecía predice que la institución del domingo, que es fruto del papado (ver com. Dan 7:25), será un día impuesto por ley bajo amenaza de sanciones económicas y finalmente de muerte (Ap 13:12-18). En presencia. La primera bestia, que había sido mortalmente herida, ha revivido, y se ocupa de nuevo de los asuntos mundiales. Su promotora e instrumento es la segunda bestia con dos cuernos de cordero. Hace que la tierra. O sea sus habitantes. Este movimiento es más que una empresa nacional; asume proporciones internacionales Adoren. La profecía indica la promulgación de alguna ley de carácter religioso cuya observancia será considerada como un acto de culto, en el cual el participante reconoce la autoridad de la primera bestia en asuntos religiosos. Una clave de la naturaleza de tal edicto se halla en el Ap 14:9-12. Esos versículos establecen un contraste entre los santos y los adoradores de la bestia y su imagen, y destacan que una de las características que distingue a los santos es la observancia de los mandamientos de Dios (Ap 13:12). Según Daniel, el poder aquí representado como la bestia pensaría “en cambiar los tiempos y la ley” (Ap 7:25). La historia registra un intento sumamente audaz de cambiar la ley divina: la sustitución del sábado, día de reposo del Señor, por el domingo, primer día de la semana (ver com. Dan 7:25). Es, pues, posible ver aquí una aplicación específica a un decreto civil que impondrá la observancia del domingo, una institución del papado, prohibiendo la observancia del sábado de la ley de Dios. Los hombres serían inducidos de esta manera a “adorar” a la “primera bestia”. Obedecerán su orden pasando por encima de la ley de Dios en cuanto al día de reposo. Ver com. Ap 13:16-17. El asunto del día de reposo es, por supuesto, sólo un aspecto del homenaje universal que la “bestia” recibirá finalmente (ver com. Ap 13:8). Lo que se prevé es un movimiento universal bajo la dirección de Satanás, quien intentará asegurar para sí la adhesión de los habitantes de esta tierra. Tendrá éxito en unir los diversos elementos religiosos y en asegurar la lealtad de los hombres para la nueva organización modelada a semejanza de la antigua (ver com. Ap 13:14). Satanás es el poder que está detrás de la “bestia”. El es el verdadero anticristo cuyo propósito es hacerse igual a Dios (ver 2Ts 2:9-10;