Vi el anochecer
del día su llanto
que acaba de fenecer,
de la luna su encanto
de este nuevo amanecer.
Las estrellas brillaron
y alegres me contaron
que pensabas en mi.
De mi pensamiento
tu nombre no se aparta.
Al viento encomendé
que a tu oído susurrara,
que nací para amarte
y en tus brazos moriré,
que tu rostro tocara
y tu perfume me trajera.
La luna asomó
sonriente me dijo:
Yo seré su mensajera
cada noche de espera.
Por mis venas tu amor corre
mientras veo el alba llegar
tierna, hermosa, fresca
de pureza y sinceridad.
La luna se ha despedido
el Sol ha nacido
galante, vanidoso
el horizonte me ha mostrado
claro y despejado.
De tu amor
mi corazón se ha llenado,
pero mi alma dice:
me hace falta tu mirada.
El nuevo día ha empezado
mis ojos no han cerrado
y de mi mente
tu nombre no se aparta.