En estos momentos tranquilos de la mañana, mi mente vaga libremente por los recuerdos de la navidad, una de las fechas que mas me han gustado "antaño", unmes antes ya empezaba a preparar todos los detalles para la noche buena, todos venían a mi casa, mis padres, mis hermanos, mis hijos con las novias, mis cuñados y los hijos... etc.
Recuerdo un año que estaba preparando la cena en la cocina, y empezaron a llegar los comensales, los hombres estaban en el salón viendo la televisión, mando en mano, y las mujeres en la cocina haciéndome compañía, mi hermana me dijo:
- Oye.... no tienes ni idea de lo que he soñado esta noche!!
Intrigada le pregunto cuál ha sido su sueño, y empieza a relatarme... Exactamente no recuerdo lo que fue, pero si me dijo que se encontraba con una ostra enorme en la mano, asi es que la cogió la abrió.... y ¿Adivinad que es lo que había dentro? Una enorme mierda (disculpad la grosería, pero es para que se entienda) ocupaba todo el interior de la ostra...
Automáticamente le digo....
- Mariiiiiiiiii.... eso es dinero!!!
Sin mas pensarlo me dice:
- Vámonos al Bingo - y yo - ¡¡Mujer, ahora que estoy haciendo la cena de Navidad!!
Saltaba de alegría.... - Sí... vámonos al bingo, pero sólo las mujeres.
Colgué mi delantal y me puse el abrigo, tal y como estabamos nos marchamos todas contentas a probar suerte en el bingo.
Apenas entramos, estaba casi vacio, nos sentamos a una mesa, después de adquirir los cartones de la segunda jugada.... ¡¡Bingo...!!! fué un jolgorio de alegria... A la siguiente partida ¡¡Linea!! y ¡¡Bingo!! ... Asi una y otra vez, al final tuvimos que marcharnos porque ya se hacía tarde, pero la gente que estaba en las demás mesas nos miraban con cara de desconfianza, mi hermana se metia los billetes en los bolsillos del pantalón, incluso pudimos coger un taxi para regresar a casa. Fue una noche superdivertida, después de aquello ya no se volvió a repetir lo mismo.
Pero lo que vino después de lo ocurrido, no fueron mas que risas y divertimiento, cantando villancicos, y mi hermano se disfrazó de papá Noél para entregar los juguetes, los más pequeños de la casa, casi se mueren del susto.... Jamás pensaron que esa noche pudieran ver a Santa Claus, incluso lloraron de miedo, pero lo pasamoms estupendamente.
Algo que se quedará en nuestra memoría como momentos inolvidables.
Danae.