Para los melancólicos: si queréis recordar cómo era estar en el feto antes de que un impertinente médico os palmeara el culo a la luz del cegador neón, City Yoga os ofrece una oportunidad de oro para rememorar viejos tiempos. Se trata del tanque de flotación, una bañera en forma de cápsula futurista llena de agua, sales minerales y aceites naturales, en la que el sujeto entra para flotar –literalmente. Creado por un neuro-psiquiatra, el tanque de flotación hace que pierdas la noción de cuerpo para pasar a ser un ente pensante sin más. La experiencia es, cuanto menos, bizarra. Gracias a la flotación se relajan músculos, se destensan las articulaciones, y el cuerpo segrega endorfinas. Una receta exquisita para todo aquél gustoso del relax total.
Ehyyyy,....compis, nos vamos pa los madriles y lo probamos...??
besi,,,