Frutas
y verduras
¿Qué
aportan y dónde se encuentran?
Pro-vitamina A
o beta-caroteno:
se transforma en vitamina A en nuestro
organismo conforme
éste lo necesita y posee, además, acción
antioxidante. Abunda en verduras de hoja
verde y de
coloración rojo, anaranjado o amarillento
(zanahoria,
calabaza…) y en ciertas frutas
(albaricoques,
cerezas, melón, melocotón, nectarinas…).
Vitamina A:
presente
sólo en los alimentos de origen animal, como
hígado, grasas lácteas (nata y mantequilla),
yema de huevo y lácteos completos. Ejerce un
papel esencial en la renovación de la piel
y de las mucosas.
Licopeno: es
un pigmento
antioxidante que confiere su color
característico
al tomate y que también está presente
en la pulpa de la manzana, el albaricoque,
la sandía,
la papaya y el pomelo rosado.
Vitamina C:
de potente
acción antioxidante y relacionada con la
producción
de colágeno; proteína que mantiene la
piel tersa y sin arrugas. La mejor forma de
incorporar
esta vitamina es a través de frutas y
verduras
frescas, en ensaladas, por ejemplo. Abunda
en: pimientos,
kiwi, cítricos, melón, fresas, moras,
frutas tropicales, col, tomate.
Vegetales
y alimentos de origen animal
Contienen
vitaminas, minerales y proteínas, entre
otros
nutrientes, necesarios para mantener la
salud de la
piel.
Vitaminas del grupo B
Intervienen
en el buen
estado de la piel y en los procesos de
renovación
celular. Aparecen en la mayoría de alimentos
de origen vegetal: verduras, fruta fresca,
frutos
secos, cereales, legumbres, levadura de
cerveza, y
en los de origen animal: carne y vísceras,
pescado y marisco, huevos y lácteos.
¿Dónde
encontrarlas?
Ácido fólico o vitamina B9:
está relacionada con la renovación celular
y se encuentra mayoritariamente en la
verdura de hoja
verde, las legumbres verdes, diversidad de
frutas,
los cereales de desayuno enriquecidos, el
hígado
y la levadura de cerveza.
Vitamina
B2 o riboflavina:
actúa contra la seborrea. Se encuentra en la
leche y sus derivados (yogur, queso...),
huevos, carnes,
pescados, hígado, legumbres y frutos secos
(almendras, nueces...).
Vitamina
B3 o
niacina: participa en la síntesis de la
queratina.
Se encuentra en: carnes, pescados, vísceras
y cereales integrales y frutas desecadas
(melocotón,
orejones, higos, dátiles, etc).
Vitamina
B5
o ácido pantoténico: desempeña
un papel destacado en la salud de la piel.
Está
ampliamente distribuido en la naturaleza y
es muy
raro que surja una carencia.
Vitamina
B6 o piridoxina:
está relacionada con el metabolismo correcto
del cinc, mineral que forma parte de la
epidermis.
Abunda en: pescados azules, carnes, huevos,
frutos
secos, cereales integrales, plátano,
espinacas,
levadura de cerveza y germen de trigo.
Minerales
¿Cuáles
son los más destacables?
Selenio:
mineral con acción antioxidante, relacionado
con un menor riesgo de aparición de ciertos
tumores, entre ellos el de piel o melanoma.
Se encuentra
en: carne, pescado, marisco, cereales,
huevos, frutas
y verduras.
Cinc:
forma parte de nuestra epidermis y está
presente
en los siguientes alimentos: carnes,
vísceras,
pescado, huevos, cereales integrales y
legumbres.
Hierro:
su déficit suele ser la causa de que la piel
esté pálida por la disminución
de la hemoglobina (transportador de oxígeno
y anhídrido carbónico en sangre) circulante.
Se encuentra en: vísceras, carnes, pescados
y huevos, levadura de cerveza, frutos secos y
desecados,
cereales de desayuno, legumbres y verduras
de hoja
verde. En el huevo y en los alimentos de
origen vegetal
se encuentra en su forma química no hemo,
cuyo
aprovechamiento por el organismo es más
bajo,
si bien los alimentos ricos en vitamina C
aumentan
su grado de absorción.
Azufre:
un mineral indispensable en la síntesis de
queratina y también ejerce una acción
anti-seborreica. Abunda en: huevos, leche y
derivados,
cereales integrales, levadura de cerveza.
Proteínas
Son constituyentes
básicos de la piel
¿Dónde
encontrarlas?
Una ingesta adecuada de carnes, pescado,
huevos y
sus derivados y de lácteos, así como
de legumbres, cereales y frutos secos, de
acuerdo
a los criterios de dieta equilibrada,
resulta fundamental
para la renovación y buen aspecto de nuestra
piel.
Los
mejores antiarrugas
Las frutas y hortalizas de color amarillo y
anaranjado,
y las verduras de hoja verde contienen
buenas dosis
de los precursores de la vitamina A, es
decir, de
betacarotenos. Esta vitamina es
indispensable para
la formación de los tejidos, las mucosas y
las células de la piel. También contribuyen
a frenar la acción de los radicales libres
y, por tanto, el envejecimiento cutáneo y de
otros órganos.
Por eso, es
conveniente
consumir frutas como el melocotón, el
albaricoque,
el melón y el caqui, y verduras como la
calabaza,
la zanahoria, la acelga, el perejil, el
berro, la
col, la espinaca y la escarola.
Sus
concentraciones
de vitamina A varían desde los 1100
microgramos
por cada 100 gramos de producto de
zanahorias y perejil
a los 583 microgramos de las acelgas,
pasando por
los 830 de las coles o los 816 de las
espinacas. En
el apartado de las frutas, los melocotones
contienen
73 microgramos, el caqui 100 y los
albaricoques 298.
Antioxidantes
naturales
Los cítricos, los kiwis, las frutas rojas,
las fresas, los berros, la familia de las
coles y
el perejil son alimentos ricos en vitamina
C. Además
de su papel antioxidante, todos son
imprescindibles
para la buena cicatrización de las heridas
e intervienen en la producción del colágeno,
que otorga elasticidad a la piel y hace que
se deteriore
más despacio.
Cutis
luminosos
con vitamina E
Además de las frutas y verduras frescas, es
aconsejable consumir frutos secos. Una
ración
diaria, no muy grande, es suficiente ya que
aportan
muchas calorías. Son ricos en vitamina E,
igual
que los vegetales de hoja verde y las
frambuesas.
Las
almendras, nueces
o pistachos, junto a las verduras y frutas
mencionadas,
consiguen reducir la oxidación celular, el
envejecimiento de la piel, a la que
proporcionan elasticidad,
e incluso pueden ir bien contra las manchas
cutáneas.
Además, las nueces y las avellanas son ricas
en cobre, que actúa como antiinflamatorio,
mejorando trastornos cutáneos de este tipo,
además de intervenir en la síntesis
de la elastina.
Otra variedad
recomendable
para mantener una piel bella y luminosa es
el plátano.
Se trata de una fruta rica en zinc, un
microelemento
antioxidante, que mejora la renovación de
las
células cutáneas y que además
las tonifica.
El brécol,
por
su parte, atesora buenas concentraciones de
magnesio,
que contribuye a expulsar los tóxicos del
organismo,
lo que sin duda se nota en la piel. También
posee propiedades antiestrés. No debemos
olvidar
al tomate, una hortaliza muy consumida, que
aporta
un pigmento con cualidades antioxidantes: el
licopeno.
Besss...Lola