|
C alla la noche… Duermen los rebaños sobre el lecho del río vagabundo, el alma de mi verso se reclina en sábanas del beso enamorado con lámpara de amor, tu sueño velo.
R uge el cansado tren de media noche cruzando los caminos ancestrales, de su implacable soledad, remota la música del indio nace en quenas, a tu dormida faz, mi beso acuna.
I dealizando el sueño de la vida brilla la luna, amante y solitaria, huyendo de las voces del paisaje una marea de silencio crece; la estrella de mi amor, tu frente alumbra
S osegada, cual lámina de acero una laguna, hùndese en las rocas. en espesas tinieblas, casi sólidas los caminos se pierden misteriosos; el manto de mi piel, tu piel abriga.
D erràmanse las horas trasnochadas en húmeda ternura de la tierra, pugnando por nacer, la luz del día hurga en el seno de la noche… y ¡Vibro! con el canto dormido de tus labios
P alpitan mis pupilas contemplándote A trapado en la orilla de tu sueño U na rosa se abre en tu hermosura L a luz nace en la luz de tu mirada T u despertar me nombra… amor ¡Te amo!
|
|
|
|