No te busques, en el agua,
pura y cristalina, que a carcajadas brota,
de la fuente en el centro de la plaza.
No te busques, en el espejo,
diafano y sereno,
de el lago, que se encuentra,
oculto en el bosque,
No te busques en los charcos,
que deja tras de si,
la fresca y alegre lluvia.
Buscate, donde sabes,
siempre,
te lograras encontrar.
Buscate en mis ojos,
buscate en mi mirada,
buscate en mi alma.
Buscate, donde siempre,
para ti,
encontraras un lugar.
Gabriel Davila Morales
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