Te he contemplado tanto que sobre ti ha crecido, piel sobre piel morena, un estrato de besos que sólo yo conozco, que tú no has percibido, y que sólo yo veo sobre tu carne impresos.
Brevería Nº 1197
¿Te vendrías conmigo?
¿Te vendrías conmigo? Desde lejos engendra el corazón tantas promesas, aborda la razón tantas empresas, que tan sólo nos llegan sus bosquejos.
La realidad se pierde en los espejos, no logra alzar el vuelo. Cuanto expresas con tanto fuego, quedará en pavesas. Y ellas, sí, volarán, meros reflejos.
No dudo de la fe, del arrebato, mas no son toda tú, sino un sustrato entre objetividad y desvarío.
Es tan bello soñar. Y bien, soñemos. Nuestra es la barca, nuestros son los remos, no hay meta a que llegar. Y el mar es mío.