Desciende a tu interior, abre la puerta que vela el sueño de la confianza, y zarandea el lecho, que su holganza mina tus aptitudes. Cada oferta
brindada por la vida, queda abierta sólo un tiempo fugaz, y no se alcanza a impulsos de capricho o de esperanza. Sin fe en tu potencial, es letra muerta.
Inspírate en ti mismo, que posees un arsenal mayor de lo que crees para cualquier empresa o decisión.
No se nos da al nacer destino fijo, lo moldeamos al vivir. Se es hijo de las propias acciones y razón.