Como el ave solitaria yo nací para cantar, es para mi la aventura como una fruta madura que me gusta saborear. Hace tiempo solté amarras con el mundo familiar. Me fui volviendo cigarra por culpa de una guitarra y amor a la libertad.
Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo y al mar. De noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar Como el ave solitaria yo nací para cantar.
A veces soy como un paria a solas tengo que andar Ah, lo que vale un amigo cuando te ofrece el abrigo cuando comparte su pan Casi siempre es solidaria el alma con la amistad porque es ella quien valora lo que cuesta cada hora de constante soledad.
Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo y al mar. De noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar Como el ave solitaria yo nací para cantar.
Sé muy bien que es necesaria la rama donde anidar. Mi canto en un atropello se enredó en unos cabellos y no lo quise soltar. Hasta el ave solitaria también se deja atrapar. En la cárcel de unos ojos el amor echó cerrojos y fuimos dos a cantar.
Me gusta ir volando bajo para cantarle a destajo al viento, al cielo y al mar. De noche echarme en la huella para contar las estrellas y ver el alba llegar Como el ave solitaria yo nací para cantar.
Há mulheres que dizem: Meu marido, se quiser pescar, pesque, mas que limpe os peixes. Eu não. A qualquer hora da noite me levanto, ajudo a escamar, abrir, retalhar e salgar. É tão bom, só a gente sozinhos na cozinha, de vez em quando os cotovelos se esbarram, ele fala coisas como “este foi difícil” “prateou no ar dando rabanadas” e faz o gesto com a mão. O silêncio de quando nos vimos a primeira vez atravessa a cozinha como um rio profundo. Por fim, os peixes na travessa, vamos dormir. Coisas prateadas espocam: somos noivo e noiva. ( Adélia Prado )