Si el hombre pudiera decir lo que ama, Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo Como una nube en la luz; Si como muros que se derrumban, Para saludar la verdad erguida en medio, Pudiera derrumbar su cuerpo, Dejando sólo la verdad de su amor, La verdad de sí mismo, Que no se llama gloria, fortuna o ambición, Sino amor o deseo, Yo sería aquel que imaginaba; Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos Proclama ante los hombres la verdad ignorada, La verdad de su amor verdadero.
Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu Como leños perdidos que el mar anega o levanta Libremente, con la libertad del amor, La única libertad que me exalta, La única libertad por que muero.
Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido; Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.
Quando tu choras, meu amor, teu rosto Brilha formoso com mais doce encanto, E as leves sombras de infantil desgosto Tornam mais belo o cristalino pranto.
Oh! nessa idade da paixão lasciva Como o prazer, é o chorar preciso: Mas breve passa - qual a chuva estiva - E quase ao pranto se mistura o riso.
É doce o pranto de gentil donzela, É sempre belo quando a virgem chora: - Semelha a rosa pudibunda e bela Toda banhada do orvalhar da aurora.
Da noite o pranto, que tão pouco dura, Brilha nas folhas como um rir celeste, E a mesma gota transparente e pura Treme na relva que a campina veste.
Depois o sol, como sultão brilhante, De luz inunda o seu gentil serralho, E às flores todas - tão feliz amante - Cioso sorve o matutino orvalho.
Assim, se choras, inda és mais formosa, Brilha teu rosto com mais doce encanto: - Serei o sol e tu serás a rosa... Chora, meu anjo, - beberei teu pranto!