La mujer que yo quiero, no necesita bañarse cada noche en agua bendita. Tiene muchos defectos, dice mi madre, y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es más verdad que el pan y la tierra. Mi amor es un amor de antes de la guerra para saberlo... La mujer que yo quiero, no necesita deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa prendida en mi alma como si cualquier cosa. Con ella quieren dármela mis amigos, y se amargan la vida mis enemigos...
porque sin querer tú, te envuelve su arrullo y contra su calor, se pierde el orgullo y la vergüenza... La mujer que yo quiero, es fruta jugosa madurando feliz, dulce y vanidosa.
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta, para sembrar la tierra de punta a punta de un amor que nos habla con voz de sabio y tiene de mujer la piel y los labios.
Son todos suyos mis compañeros de antes... Mi perro, mi Scalextric y mis amantes. ¡Pobre Juanito...! La mujer que yo quiero, me ató a su yunta: pero, por favor, no se lo digas nunca.
Quando tu choras, meu amor, teu rosto Brilha formoso com mais doce encanto, E as leves sombras de infantil desgosto Tornam mais belo o cristalino pranto.
Oh! nessa idade da paixão lasciva Como o prazer, é o chorar preciso: Mas breve passa - qual a chuva estiva - E quase ao pranto se mistura o riso.
É doce o pranto de gentil donzela, É sempre belo quando a virgem chora: - Semelha a rosa pudibunda e bela Toda banhada do orvalhar da aurora.
Da noite o pranto, que tão pouco dura, Brilha nas folhas como um rir celeste, E a mesma gota transparente e pura Treme na relva que a campina veste.
Depois o sol, como sultão brilhante, De luz inunda o seu gentil serralho, E às flores todas - tão feliz amante - Cioso sorve o matutino orvalho.
Assim, se choras, inda és mais formosa, Brilha teu rosto com mais doce encanto: - Serei o sol e tu serás a rosa... Chora, meu anjo, - beberei teu pranto!