Original de
Francisco Alvarez Hidalgo
El cielo, la ciudad, el aire, el río, cuanto me toca, veo, absorbe, llama, no suscitan en mí el escalofrío que tú desatas junto a mí en la cama.
Ciudad desierta, cielo encapotado, aire intangible, río que separa..., como si fuera mío, está a mi lado, mas sin rozarme, como tú, la cara.
Brevería Nº 1088
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El arpa
Abrázame, mujer, con la ternura del suave amor que sólo vive en sueños; reclina la mejilla en mi columna, bésame con tu pelo.
Desliza sobre el muro de mis cuerdas la magia delicada de tus dedos, dando voz a la oculta melodía dormida en mi silencio.
Y al destrenzar mis notas, el tumulto de sonrisas que arrancas y te ofrezco pondrá en la curvatura de mi espalda dulce estremecimiento.
Cierra los ojos, dame tus caricias, y yo he de darte un canto siempre nuevo, y un temblor en la piel que ha de agitarte con cierto desconcierto.
Los Angeles, 4 de noviembre de 1997
Poema de FAH
En la voz de O.S.O. (Huesca, España)
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