Feng Shui para un descanso físico, mental y espiritual
Sabías que las cosas que tienes en tu habitación influyen en tu sueño? Que la distribución de los elementos que componen tu alcoba pueden facilitar el descanso que necesitas?... Tu habitación es el lugar más personal de la casa, nuestro espacio íntimo y privado; si quieres lograr un verdadero descanso, tu espacio debe estar en equilibrio y armonía, con el feng shui lo puedes lograr.
El feng shui es un arte milenario que revela como balancear las energías de cualquier espacio para asegurar salud y fortuna a quienes lo habitan, en otras palabras el feng shui nos ayuda a generar ambientes en total equilibrio y armonía. La habitación, es de gran importancia dentro del feng shui por ser nuestro ambiente seguro, el lugar para el descanso y la recarga de energía, la recuperación física, mental y espiritual. Equilibrando las energías de nuestro dormitorio, conseguiremos estar en armonía con las energías de la tierra y de esta forma obtendremos un sueño reparador.
Para conseguir un buen feng shui en nuestro cuarto, solo es necesario cuidar el equilibrio, la armonía y la proporción de nuestro espacio vital. Debemos considerar nuestro cuarto como un lugar de reposo y descanso, evitando actividades que aporten energía dinámica como comer, estudiar, trabajar, hacer ejercicio o ver televisión.
La cama debe ser el centro de atención en nuestra habitación y todos los elementos se deben ubicar en torno a ella. El cabecero de nuestra cama debe ir apoyado sobre una pared sólida, una pared sin ventanas, ni espejos, ni ningún tipo de estanterías o mobiliarios (lo más despejada posible), debemos procurar que esta pared no comunique a un baño, ni a algún tipo de transporte de aguas o cañerías, ya que esto interfiere nuestro descanso y favorece el insomnio. Es importante que la cama permita una vista clara de la puerta y la ventana pero sin estar situada directamente en frente de ellas. De acuerdo la dirección que apunte la cabeza, no hay en sí una dirección correcta, cada punto cardinal puede tener un efecto sobre la persona. Se dice que el Norte aporta un sueño profundo en lo físico, el Sur un sueño más espiritual, el Este facilita el despertarse pronto por la mañana y el Oeste facilita el caer dormido por la noche.
Con respecto a los colores, es mejor optar por colores fríos para las paredes y el mobiliario, como lavandas, verdes, grises, lilas. Evitar colores dinámicos o intensos, cuanto más intensos, más influirá en la calidad del sueño, estos colores estimulan la actividad cerebral y disminuyen el sueño. Los colores vivos se pueden integrar a través de elementos decorativos, tendidos, sabanas, tapetes, cortinas, etc. Los materiales también influyen en el sueño, una cama de metal por ejemplo, propicia que la energía viaje rápidamente, creando una sensación de actividad o frenesí, es preferible una cama en madera o en un material similar. A la hora de elegir el mobiliario se debe tratar que sea de formas redondeadas, las formas angulosas y agresivas (como por ejemplo una lámpara de techo en puntas) rompen la energía y crean bloqueos energéticos en el ambiente, perturbando el descanso.
El orden es importante para el equilibrio del ambiente, el desorden nos desestabiliza y dispersa, no se debe dejar ropa, ni papeles tirados, se debe tender la cama a diario, abrir las ventanas, correr las cortinas o persianas por la mañana para que entre luz y aire. Si quieres dormir en paz, procura que no haya desorden alrededor de la cama y trata de mantener el espacio libre debajo de esta. Deshazte de todo lo que no te sirve, almacenar cosas inútiles como papeles o ropa que no uses puede bloquear el flujo de tu energía, entre menos cosas guardes mejor, un entorno lleno de cosas induce a un estado mental de ansiedad o de hostilidad. Cualquier elemento que te agite o perturbe tu paz, debe ser retirado de tu habitación, papelería o libros de estudio o trabajo, escritorios, aparatos para hacer ejercicio, favorecen el nerviosismo y la inquietud, afectan tu bienestar mental y por consiguiente el sueño. Debes ubicar en tu pieza elementos coherentes, que transmitan comodidad y descanso.
Los aparatos o dispositivos electrónicos se deben mantener en lo posible fuera de la habitación, computadores, equipos de sonido, televisores, celulares, etc, dichos aparatos generan campos electromagnéticos que interfieren con el flujo de energía vital en un espacio y en consecuencia con nuestra energía personal, así que cuanto más alejados estén de nuestro cuerpo mejor. Los espejos no son aconsejables tenerlos dentro del cuarto, estos activan nuestros sentidos y dificultan el descanso, por tanto, no deben hallarse a la vista, deben estar dentro de algún armario o en su defecto, cubiertos durante la noche.
Por último, hay que tener en cuenta que aquello que veamos desde la cama será siempre lo último y lo primero que retengamos en nuestra retina. Cuanto más caótica sea esa imagen, menos será nuestro descanso. Cuanto más armónica sea, mayor tranquilidad tendremos. El propósito del feng shui es crear lugares de seguridad, comodidad y fluidez, aplicándolo en nuestra habitación, lograremos un espacio armónico, que nos transmita calma, paz y equilibrio, tendremos un sueño reparador, despertaremos descansados y con toda la vitalidad y la energía que necesitamos durante el día