Es común que los desarrolladores de códigos maliciosos intenten propagar sus amenazas a través de distintos medios de comunicación. Haciendo uso de técnicas de Ingenieria Social intentan aumentar la eficacia de sus engaños: un correo con un enlace a un video de YouTube, un mensaje de Facebook que dice tener fotos nuestras y hasta un simple tweet que nos recomienda seguir a alguien en Twitter pueden ser utilizados como canales de propagación de códigos maliciosos.