He pensado en ti
Te he pensado tantas horas en este loco tiempo, que no sé si es mi mente la que dibuja este ensueño, o es tu mano que maneja los movimientos anacrónicos, destemplados de mi dolor.
Te he imaginado tantos segundos explosivos de cenizas frías, que ennegreció el sol de tu encanto. Y sin embargo, no obstante, a pesar mío, te he amado todo este tiempo.
Te he soñado tantas noches negras y fantasmales, que no sé si ya caben más sueños. No sé si estos personajes molestos que me acosan tienen la culpa de tu olvido.
Y sin embargo, más allá de estas tinieblas que enredan mis sueños; de estas sombras frágiles y pacatas, creo que podré encontrar un hombre nuevo, desnudo de esta asfixiante certidumbre de desdén.
Por eso te amo aún. Por eso te espero sentada en el etéreo corazón de sueños que me regalaste y que agónico, aún se mueve al compás de algún latido similar a los que me adormecían en tu pecho.
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