Las cuatro de la madrugada en cualquier gran ciudad. Uno que duerme plácidamente en su apartamento recién estrenado, cuando suena el timbre de la calle. El tipo pasa de levantarse, pero siguen los timbrazos, por lo que va al telefonillo de muy mala uva. Descuelga y ve por el videoportero a un desconocido borracho, que le dice:
- Pebdone que le molebte señob... ¡hip!... ¿bodría bajar a embujarme un boco?... ¡hip! Ej que...
- Pero... ¡¡¡Será posible!!! ¡¡¡Vete a dormir la mona, desgraciado!!! ¡¡¡Que yo mañana empiezo a currar a las ocho!!!
El borracho se disculpa y se va cabizbajo. El otro cuelga y se vuelve a la cama, pero a los cinco minutos empieza a dar vueltas, sin poder dormir, pensando:
"Joder, esto me podía haber pasado a mí... ¿Y si me hubiera tomado dos copas de más y mi coche se hubiese quedado tirado a las tantas en el quinto pino? Igual el hombre tiene mujer e hijos... una familia preocupada esperándolo... ¿Y si consigue arrancar y se estrella? Va, le ayudo."
Total que baja corriendo a buscarlo, pero la calle está desierta. Angustiado, grita:
- ¡¡¡Ehhhhhhhhhh!!! ¿¿¿Dónde está el que necesita que le empujen???
Y se oye una voz a lo lejos, saliendo de un parque a oscuras:
- ¡¡¡Aquíiiiiiiiii!!!... ¡hip!... ¡¡¡En los golumpioooooooooos!!! |