RETOQUES DE BELLEZA
Es una técnica que surgió en los años 80 para reducir el contorno corporal, hoy es una de las cirugías más extendidas. Sus beneficios y las precauciones que se deben tomar.
La obesidad y la grasa localizada son los principales enemigos de la estética, es así que la lipoaspiración se ha convertido en una de las intervenciones más requeridas tanto por hombres como por mujeres que desean afinar su figura. Antes de decidirse por ella es necesario conocer sus características principales. Existen distintas maneras de denominarla: liposucción, lipoescultura...lo cierto es que los nombres varían pero la técnica es básicamente la misma. Se trata de extraer tejido graso de las zonas en las que sobra. Hay diferentes formas de disolver el tejido, la diferencia reside en el método a través del cual se destruye la célula grasa o el adiposito que luego debe ser extraído. La técnica convencional consiste en utilizar una cánula que, mediante un sistema de presión negativa, extrae la grasa. El ultrasonido y el láser también son utilizados para romper la célula grasa y luego absorberla. Los especialistas coinciden al afirmar que ninguna de estas técnicas es mejor que otra.
¿Quiénes son los candidatos ideales para una lipo? La lipoaspiración puede ser utilizada en ambos sexos durante la juventud y la etapa adulta. No hay que olvidar que la liposucción es una técnica destinada a eliminar los casos de adiposidad localizada, pero no es una técnica de adelgazamiento. Actualmente el método se ha desarrollado y se aplica también en pacientes obesos, aunque el criterio de selección se remite por lo general a los pacientes que presentan alteraciones del contorno corporal, por aumento en una o varias zonas de obesidad localizada. Este tipo de obesidad, de origen genético, es la más indicada para ser eliminada mediante la lipoaspiración. Al extraer grasa, la piel debe adaptarse al nuevo volumen del cuerpo, es por ello que la lipoaspiración no se recomienda en casos de flaccidez cutánea, porque resulta difícil que la piel vuelva a adherirse. La flaccidez no depende de la edad, si no de la elasticidad de la piel, de esta manera hay mujeres de 20 años que tienen la piel fláccida por haber adelgazado y engordado en reiteradas ocasiones. Sin embargo, en líneas generales es ideal realizar esta operación entre los 25 y 45 años, sobre todo en las mujeres. Las zonas en las que comúnmente se realiza esta intervención son las caderas, rodillas, muslos, cintura, abdomen y la cara interna de los muslos, aunque también se pueden lipoaspirar los brazos, la papada y la espalda.
En qué consiste la intervención Todas las personas desarrollamos un cierto número de células grasas hasta la pubertad. Estas células se agrandan y se achican en la medida en que la persona pierde o gana peso, pero su número se mantiene siempre constante. Mediante la lipospiración se extraen depósitos denominados células grasas o adipositos. La lipoaspiración permite la eliminación definitiva de los excesos grasos, ya que en el adulto no existe la multiplicación de adipositos. De esta manera, si se vuelve a engordar se lo hará en forma generalizada y no en la forma de acumulación en un área determinada. El grosor de las cánula que se utiliza depende de la capa del tejido graso en la que se trabaje, para la capa más superficial se usa la cánula más fina, y para la más profunda, la de mayor grosor. Durante una misma sesión se pueden aspirar simultáneamente las caderas, el abdomen y los muslos. En general la extracción que se realiza va de los 500 a los 3,000 c.c. (hasta tres kilos) de grasa y se evita que el paciente permanezca en el quirófano por un lapso mayor a 3 horas. Para ver los resultados hay que esperar un tiempo, primero se produce un edema que debe ser tratado con prendas compresivas, drenaje linfático y ejercicio. El nuevo contorno corporal se puede apreciar por lo general cuando han pasado dos meses de la intervención.
¿Es una operación riesgosa? Últimamente se ha hablado mucho de los riesgos que implica la lipoaspiración. Los especialistas afirman que presenta los mismos riesgos que cualquier otro tipo de intervención en la que se requiera anestesia general o peridural. No es conveniente realizarla en pacientes con un peso superior al 20 por ciento del aconsejado, según su edad y estatura. Además tampoco se puede realizar en gente con enfermedades asociadas, sobre todo cardíacas, que puedan complicar la intervención. Siempre hay que darle prioridad a la salud general y luego a la estética, pero este concepto, que parece básico, lamentablemente no es respetado por ciertos facultativos.- De ninguna manera se debe realizar una intervención en un consultorio, porque aunque se tomen todas las precauciones, contingencias como una descompensación cardíaca o una baja de presión grave, no se pueden solucionar en ciertos ámbitos. Es indispensable que estas intervenciones se realicen en una clínica u hospital. También pueden ocurrir descompensaciones cuando el paciente tiene una patología previa que no ha sido correctamente evaluada. En este punto vale insistir en la importancia de elegir un profesional adecuado. En esta operación existe riesgo de trombosis, que ocurre cuando se forman pequeños coágulos en las venas. Éstos coágulos pueden ir por el torrente sanguíneo al cerebro o al corazón y producir lesiones muy graves, inclusive la muerte. En los casos en los que el paciente posee várices es fundamental tomar precauciones.
Células grasas y aumento de peso Todos nos quejamos de engordar y, más aún, de engordar en las zonas menos deseadas: generalmente, las mujeres en las caderas y los hombres en el abdomen. En el caso de las mujeres, cuando ganan peso lo hacen en la parte inferior del cuerpo, y cuando lo pierden, lo hacen en la parte superior del mismo. Esto se debe a que las células adiposas de las caderas, glúteos y muslos responden de diferente manera, ante el consumo de grasa, que las otras células adiposas del cuerpo. En términos reales, si se ganan siete kilos de grasa, seis de ellos irán a la zona problemática y uno al resto del cuerpo y contrariamente, si se bajan los siete kilos, se perderá sólo uno en la zona inferior, y seis en la superior. A la inversa, los hombres tienen una gran predisposición a acumular grasa en el abdomen y alrededor de los intestinos, motivo por el cual las dietas y los ejercicios son insuficientes y la cirugía se convierte en la mejor opción.
Abdominoplastía: reducir los rollitos Los cirujanos reciben gran cantidad de pacientes varones que buscan mejorar el abdomen y eliminar el famoso “salvavidas”, así como mujeres que quieren eliminar la grasa abdominal y la flaccidez después de los embarazos. Con la lipoaspiración de esta zona se puede reducir el contorno de la cintura de 2 a 8 cm. Con la lipoaspiración no se recupera el tono muscular. Si este es el caso se puede recurrir a la abdominoplastía, una cirugía utilizada para extraer la piel y suturar los músculos.
ASESORAMIENTO: Prof. Dr. Julio A. Ferreira Presidente de la International Academy of Cosmetic Surgery www.drferreira.com
Dra. Mónica Milito Médica especialista en cirugía plástica, estética y reparadora www.clinicamilito.com.ar
Clínica B &S www.clinicabys.com
Importante: La información y/o conceptos contenidos en esta nota no pretenden constituir un diagnóstico, consejo y/o tratamiento médico ni sustituir en ningún caso aquellos prescriptos por su profesional médico habilitado y calificado. Ante cualquier duda consulte a su médico.
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