Instantes de presencia...
Hace mucho que no miramos lo que creemos ver: cuando estamos frente a lo que damos por conocido, no vemos lo que es, sino lo que guardamos en la memoria respecto de ello.
Tenemos una mente cacheada. .
Qué es eso?
Te dervorà saberlo: cuando con tu computadora usualmente ingresas a un mismo sitio web, tu màquina guarda en una "foto" de ese sitio, de modo que al ingresar en èl, para que baje a la pantalla màs ràidamente, rn vea de buscarlo en la red, lo busca en su propia memoria (cachè).
Pero si ese sitio ha sido actualizado es posible que en vez de contar con su nueva información, lo veas tal como era antes de ella: han subido un documento nuevo, una nueva foto... pero en tu pantalla no se ven.
O sea que... ves un sitio que ya no existe!
Así sucede en nuestro cerebro: cuando algo ha ingresado a nuestra memoria, la mente, en vez de registrar la información tal como se presenta HOY ante nuestra percepción, "acorta camino" y acude, en cambio, a nuestra memoria, a lo viejo.
Te habrá sucedido, por ejemplo, al volver de viaje, que te resulte muy extraña tu propia casa: es como verla por primera vez, más colorida, con más volumen!
Pero pronto se instala el hábito perceptual, y uno ya no ve sino su propia memoria.
Lo mismo nos sucede cuando miramos a un ser querido en una foto o en una filmación de hace pocos días: allí SÍ nos llama la atención que ha envejecido, o que está más delgado... porque estamos mirándolo con menos carga de memoria; pero cuando lo tenemos enfrente nos cuesta verlo tal como es HOY.
El punto está en que la vida es lo que está sucediendo, no lo que sucedió!
De modo tal, que para estar TOTALMENTE PRESENTES, necesitamos dar un salto por encima de la mente mecánica, proponiéndonos intencionalmente MIRAR cuando vemos, ESCUCHAR cuando oímos.
Ahora.
HOY: tu barrio, tu casa, tus seres queridos, tus compañeros, tus vecinos...
MIRAR LO QUE CREÍAS YA HABER VISTO, como por primera vez (o como por última vez).
En la Psicología del Budismo se le llama "abrir los sentidos": recuperar lo que los antiguos denominaban "mirada adámica", tal como Adán, metafóricamente, habrá apreciado el mundo con sus ojos vírgenes de toda memoria: cada cosa aún sin nombre, nueva!...
Cultivar la limpieza perceptual es buscar una real PRESENCIA DE SÍ (o al menos darnos cuenta de cuándo nuestra mente vieja nos impide percibir lo que ES...).
Si sostenemos la Intención de abrir el diafragma de la conciencia (como el de una cámara de fotos), de pronto acontece el ASOMBRO.
Y vemos.
Y escuchamos.
Puede ser tan conmovedor que hay que tener mucho coraje para atreverse.
Sin embargo, ojalá te atrevas.
HOY.
AHORA.
Aunque sólo sean INSTANTES DE PRESENCIA.
Así lo dijo de modo bello y simple Gloria Antón, escritora argentina:
"
un húmedo recuerdo de reveses lejanos,
si el sol brilla profundo en el horizonte,
si todos lo pájaros dan cuenta del espacio
y del vacío, pero siempre de hoy.
No me vengas, oh mente, con pan duro:
sólo acepto pan de hoy."
Virginia Gawel & Eduardo Sosa
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