Recuerdo claramente el momento en que inició todo,
tu mamá me dijo que no llegaste a dormir,
pensé que andarías de parranda,
pero esa idea se borró por completo cuando pasó un día entero y no sabía nada de ti.
Y asi pasaron los días, semanas,
un mes y apareciste pero ya no te pude ver, estabas inmóvil,
dentro de un ataúd, solo me quedó tu sonrisa,
tus manos fuertes tus ojos brillantes y tu hermoso carácter grabados en mi mente.
Hoy solo me queda agradecer a Dios por haberte puesto en mi camino y haberme dado la oportunidad de disfrutar de tu amistad.
Amor, perdóname si nunca te dije todo lo que significabas para mí, lo mucho que te quería y tantas cosas más.
Y que más puedo decirte, te fuiste sin decir adiós, pero hoy por eso también te perdono,
sé que no era lo que tú querias, sé que tenías muchos planes, pero alguien, quiso jugar a ser Dios y te quitó la vida.
Sólo espero que algún día se arrepienta y encuentre la paz para su corazón,
te quiero mucho mi principe y por favor allá, en el cielo,
apártame un lugar para algún día poder volver a estar juntos y que nada nos pueda separar.