Y justamente, como la vida misma,
es un regalo que lleva y se va en su momento.
La llegada del amor, debe tomarse como un regalo inescrutable,
cuyos designios no pueden discutirse.
Muy frecuentemente, cuando a alguien le llega el amor, trata de agarrarlo y conservarlo,
y rehusa que es un regalo dado libremente,
y que también puede alejarse de la misma manera.
Cuando alguien ya no ama o la persona amada
ya no lo ama, trata desesperadamente
de reivindicar ese amor perdido,
en vez de aceptar que era un regalo.
Las personas quieren respuestas donde no las hay.
Quieren saber en qué estaban equivocadas,
o tratan de hacer cambiar a la persona amada, pensando
que si cambiara alguna cosa pequeña,
el amor volvería a florecer.
Culpa a las circunstancias.
Se culpan mutuamente.
Tratan de encontrar algo,
para darle sentido a lo que ha sucedido.
Pero no hay ningún sentido más allá del amor mismo,
y mientras no acepten sus designios misteriosos, viven en un mar de aflicción.
Es necesario tratar con amabilidad
lo que el amor nos trae.
Si usted ama a alguien que no lo ama a usted,
es necesario que sea amable con usted mismo.
No hay nada censurable en usted.
Simplemente el amor no escogió su corazón
para permanecer en él.
Si a usted lo ama una persona a quien usted no ama, siéntase
honrado de que el amor haya venido
y llamado a su puerta,
pero rehuse amablemente ese regalo
que no puede devolver.
No se aproveche, no cause pena.
Como trate usted el amor, así lo tratará él a usted,
y todo nuestros corazones sienten las mismas penas y alegrías, aunque nuestra vida
y nuestra trayectoria sean muy diferentes.
Si usted se enamora de alguien que también se enamora de usted
y luego el amor decide desaparecer,
no trate de reclamar ni culpar a nadie.
Déjelo ir.
Hay una razón y un sentido.
Usted lo sabrá a su debido tiempo,
pero el tiempo mismo escogerá el momento.
Recuerde esto, y consérvelo en su corazón.
Usted no escoge el amor, el amor lo escoge a usted.
Todo lo que usted puede hacer realmente,
es aceptarlo con su misterio cuando llegue a su vida.
Sienta la forma en que lo llena hasta que rebose, luego ofrézcalo y regálelo.
Devuélvaselo a la persona que se lo dio.
Regáleselo, a los que parezcan pobres de espíritu.
Regáleselo, al mundo que lo rodea
de la forma en que pueda.
El amor tiene su propio tiempo, su propia estación y sus propias razones para llegar e irse.
Usted no puede ni sobornarlo, ni obligarlo,
ni persuadirlo a permanecer.
Si él escoge alejarse de su corazón
o del corazón del ser amado,
usted no puede ni debe hacer nada.
Agradezca que vino en un momento de su vida.
Si mantiene el corazón abierto,
seguramente volverá.
..."Ser FELIZ es recorrer el cielo sin despegar los pies de la tierra"....
(Recibido en mi correo)