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Al principio Cuando era una niña muy chiquita, veia a Dios como el que me observaba, como un juez que Llevaba cuenta de lo Qué hacía mal, como para ver si merecia el cielo o el infierno Cuando muriera.
Pasaron los años hoy ya tengo 26, y me hablaron de que sin dejar de ser Dios, También era mi Padre, un Padre infinitamente misericordioso que me había amado ya desde antes de la Creación del Mundo amándome y seguia, en el que vivia, me movía y existia y que siempre Estaba a mi lado.
Y Empecé a amarle. Y de repente, empecé a sentir mi vida como si fuera un viaje en bicicleta, ¡pero era una bici de dos!, Y noté que Dios viajaba conmigo y me ayudaba a "pedalear".
No sé como, ni se cuando sucedió que Él me sugirió que cambiáramos los lugares, lo que sí sé, es que mi vida no ha sido la misma desde entonces.
No confié mucho en Él al principio Aunque estudiaba en un colegio católico Me sentía tan sola tan abandonada pero tenia una abuela que me hablaba de el todas las noches, me costó mucho darle el control de mi vida. Pensé que la echaría a perder, Porque yo Sabía que iba muy bien donde, ya Tenía el camino y la meta fijados, Aunque todo fuera un tanto aburrido y predecibles, Incluso las caídas. Sin embargo, Cuando el tomo el mando, me olvidé de mi "aburrida" vida y mi vida se convirtió en una aventura. ¡Dios con mi vida Empiezo a ser Y Sigue Siendo muy emocionante y asombrosa!. Me di cuenta que Él conocía cosas que yo no sabia acerca de andar en bici, secretos conocía el ... Sabía como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para Evitar Obstáculos llenos de piedras, buscar senderos abiertos en los que su compañía se Hacía "luz" cuando en mi vida se hacia de noche y habían desaparecido la luna y las estrellas, INCLUSO sabia "volar "Para no caer en Precipicios.
El conocía Diferentes caminos con paisajes hermosísimos, un Través de montañas y de valles, ríos y bordeábamos y atravesábamos pueblos y con velocidades increíbles. Lo único que yo podia hacer era sostenerme; Aunque pareciera una locura.
Y cuándo le decía "estoy asustada", El se inclinaba un poco para atrás y por unos segundos cogía mi mano y mi Temor desaparecía.Y Cuando le decía: "Estoy cansada", o me preocupaba y ansiosamente le preguntaba: "¿A dónde me llevas ?..." Él giraba un poco la cabeza, y escuchaba su voz llena de ternura que me decía: "Pedalea TITA Y CONFÍA EN MI ...".
Asi que Comencé a confiar en el ..
Él me llevo un conocer lugares desolados, donde reinaba el hambre, la pobreza, la enfermedad, la injusticia, Y también me llevo uno conocer gente con un corazón lleno de dones, lleno de amor, de Generosidad, de justicia, de alegría y de Paz. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje, nuestro viaje: de Dios y mío. Y el me dijo: "Estos Comparte dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra, Así te irás pareciendo a mí, que todo cuanto tengo os lo he zócalo y el viaje se nos Hará más" ligero ". Y así lo hice con la gente que ibamos conociendo. Y allá una y otra vez ibamos, y yo el ...
... Ahora ya no le digo nada, estoy aprendiendo a "pedalear" con otro ritmo, más por los "lugares extraños", estoy aprendiendo a callar ya disfrutar de la vista de este paisaje nuevo y de la suave brisa en mi cara. Y sobre todo estoy aprendiendo a gozar de la increíble y deliciosa compañía de mi Dios.
Se que Él lleva la bici y confío del todo en el.
Sólo le digo de vez en cuando que estoy "cansada", porque me gusta Verle girar ligeramente la cabeza hacia mi y escuchar como me dice, con una ternura inefable:
"Ánimo, ¡Pedalea! TITA NO DECAIGAS Y CONFIA EN MI, YO TE LLEVO" ...
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