El mar, de aguas cálidas y azulinas,
las olas llegaban hasta tu cintura,
como queriendo abrazarte con locura,
dejándote mojada tu hermosura.
Tus cabellos y tu austral blancura,
eran el contraste con ese mar,
que sòlo te queria amar,
sabiéndo que eras una mujer pura.
Las olas ritmicas de su reino,
querian hundirte en la arena,
para que no lo abandonaras,
ya que el tenia mucha pena.
JOSE RAUL