1 de noviembre: Día de Todos los Santos
El Día de todos los Santos
es una fiesta religiosa cristiana
que tiene como objetivo homenajear
a todas los santos anónimos
que por su fe y obras son dignos de
reconocimiento y veneración.
La Iglesia Católica ha difundido que fue el Papa Gregorio IV
(muerto el año 844) quien ordenó en el año 835,
que el mundo cristiano honre a todos los santos del cielo el día 1 de noviembre.
Se cree que Gregorio IV eligió el 1 de noviembre porque coincidía
con una de las cuatro grandes fiestas
de los pueblos germanos, y la política de la Iglesia en esos años era reemplazar
y eliminar todos los ritos paganos.
Día de Todos los Difuntos (2 de noviembre)
Al día siguiente de la Fiesta de Todos los Santos,
la Iglesia Católica celebra, el 2 de noviembre,
la Fiesta de los Difuntos. La Iglesia recuerda la enseñanza de San Pablo,
en que todos están llamados a la santidad.
Por eso se reza por todos los difuntos.
Esta oración beneficia a las almas que están en el purgatorio.
Interceden por ellas para que pronto se encuentren con Dios.
Algunos textos señalan que fue Odilón, abad de Cluny,
en el año 998, quien instituyó en todos los monasterios de su congregación,
que el día siguiente a la festividad de Todos los Santos, es decir el 2 de noviembre,
se hiciera memoria a los difuntos.
Roma lo aceptó en el siglo XIV y se extendió por toda la cristiandad.
Es una fiesta religiosa que se recuerda principalmente en los países católicos.
Especial significación adquiere en México,
donde al tradicional recogimiento se le une una singular algarabía
(panes dulces, caramelos, disfraces).
Es una antigua costumbre cristiana visitar los cementerios el día de los difuntos,
se arreglan las tumbas de los difuntos con flores y se reza por los ellos.
En Chile esta tradición se mantiene, sin embargo se realiza el 01 de noviembre
"Día de todos los Santos".