Los restos de Pere el Gran (1240-1285), monarca de la Corona de Aragón
Cuyos despojos son los únicos de la dinastía que nunca han sido profanados, han sido localizados intactos en una tumba en el monasterio de
Santa Maria de Santes Creus (Tarragona)
El excepcional hallazgo lo ha realizado un equipo de arqueólogos de la Generalitat y coincide con la celebración del 850 aniversario del complejo cisterciense
Los restos de Pere el Gran, hijo de Jaume I y figura clave en la historia de la Corona, se encuentran en un sarcófago de piedra y los investigadores confirman que el enterramiento se conserva en su estado original
Los despojos humanos, aparentemente embalsamados, están cubiertos por un tejido y una especie de casco cubre el cráneo del monarca
Pere el Gran, III de Aragón, I de Valencia y II de Barcelona, fue también rey de Sicilia durante un mandato clave en la historia de la Corona (1276-1285)
Sus restos permitirán esclarecer las causas de la muerte del rey así como la autenticidad de los restos de
Jaume I el Conquistador (1208-1276)
Su padre enterrado en el monasterio de Poblet con dos cráneos de características similares en el mismo sarcófago
La Generalitat analizará el ADN de Pere el Gran para determinar sus características físicas y genéticas, así como su dieta alimentaria
También reconstruirá el rostro del monarca
Los técnicos han accedido al sarcófago de Pere el Gran mediante la introducción en el mismo de una cámara, un sistema no intrusivo que ha arrojado las primeras imágenes del cráneo del rey
Pere el Gran fue el primer monarca de la Corona en recibir sepultura en el monasterio de Santes Creus y mediante el rito europeo, lo que implicó embalsamar el cuerpo y ha permitido la conservación prácticamente virgen de la momia del monarca
Los trabajos también han confirmado que el cuerpo fue enterrado con abundantes sustancias aromáticas florales, cómo solía hacerse en la época