La excitación que me produce,
pensar en el hombre que me gusta,
exhausta me resulta su boca,
que me convierte toda en loca.
Me encantaría conocer el placer,
sentir como sus manos y boca
recorren todo mi cuerpo,
mis senos y me exciten mi ser.
Su virilidad se me refugie en lo
mas recondido y profundo de
mi cuerpo, liberando el fuego
ardiente de mi gran lujuría.
El solo imaginarlo hace que
mi cabeza estalle en fuego,
espero que ésta fantasía,
se me vuelva realidad.
Una realidad que me incita
a la locura y al ensueño,
cerrar los ojos, mientras
sucedenlas íntimas
caricias a una entrega.
Veré en el una sonrisa,
de complicidad en su rostro,
y un dejo de perversión,
en esos momentos de extasis.
Entregarme a una desenfrenable
sensación de libertad, pasión,
lujuría de deseos incontrolados,
de convertirme en mujer.
JOSE RAUL (M.P.)