Mis manos se funden en tus mejillas,
tus lágrimas recorren mis manos,
mi cuerpo está descontrolado,
es el momento de tus suspiros,
y eso me turba por tu corazón.
Amada mia, brindemos con vino,
que nada te turbe y nada te aflija,
ésta noche tu boca se me antoja,
serás una delicada prenda en mis manos.
Toma mi vino, rojo como tus mejillas,
para lejos todo remordimiento huya,
como tu pelo acariciado por el viento,
Eres para mi, querida y necesaria,
como tus ojos que muestra la luz,
eres mi estrella mas elegida,
el sol de mi vida eres tu.
JOSE RAUL