
Nosotros controlamos nuestro futuro, nuestro destino. Lo que pensamos se convierte en realidad. Al registrar nuestros sueños y metas en papel, ponemos en movimiento el proceso de llegar a ser la persona que más queremos ser. Pongamos nuestro futuro en buenas manos… las nuestras. –

La medida de un hombre no es “¿cómo murió?” sino “¿cómo vivió?” No “¿cuánto ganó?” sino “cuánto dio?”

Salgamos y hagamos la diferencia en nuestra comunidad. No necesitamos ni tiempo ilimitado ni las condiciones perfectas. Hagámoslo hoy y ahora; hagámoslo por veinte minutos y veamos cómo nuestro corazón comienza a latir

Las piedras: las podemos lanzar, quejarnos de ellas, tropezarnos con ellas, trepar sobre ellas, o construir con ellas.

Experiencia no es lo que nos pasa,
sino lo que hacemos con lo que nos pasa.

El hablar gratitud es cortés y placentero;
el provocar gratitud es generoso y noble;
pero el vivir la gratitud es tocar el Cielo.