Decálogo de La Armonía
1. La armonía es belleza, equilibrio, medida.
Está reñida con lo estridente y lo chabacano.
2. Armonía es conjunción de actitudes, silencios, matices, palabras, miradas, sentimientos...
que reflejan de alguna manera, el bien, la verdad y la belleza.
3. La armonía interior del ser humano está en poseer una jerarquía de valores.
También debe existir un orden en el amor:
primero la familia, los amigos, después los demás. Antes que nadie, Dios.
4. La armonía produce paz, seguridad y confianza en uno mismo.
Hace al ser humano agradable y amable. Ayuda a la empatía.
Produce personalidades atrayentes.
5. Una personalidad armónicamente desarrollada es aquella en la que todas las dimensiones humanas están presentes:
el cuerpo, el espíritu, la afectividad, la mente y la sociabilidad.
6. Armonizar la propia vida es integrar en un proyecto único el desarrollo personal, el familiar y el profesional.
Cuando los tres aspectos se integran en una sola realidad, la sinergia produce un resultado espléndido:
efectividad y felicidad.
7. Existe armonía vital cuando hay equilibrio entre el ser, hacer y tener.
Y cuando se cuidan y desarrollan los diversos roles que desempeñamos en la vida:
que ninguno de ellos crezca a expensas de los demás.
8. Los convencionalismos sociales establecen normas y medidas para el actuar, el hablar, el vestir.
Existen dos extremos negativos. Uno consiste en hacer caso omiso de ellos, despreciándolos.
Otro sería renunciar a la propia personalidad, al propio estilo.
9. El hogar y la oficina –
lugares donde pasamos la mayor parte de nuestro tiempo-,
deben poseer armonía: colores, aromas, orientación, objetos, decoración...
10. Si a la armonía se le añade ritmo y vibración, la vida se convierte en una aventura maravillosa.
Si todo ello se pone al servicio de un ideal que valga la pena, entonces la vida es apasionante.
A/D