Tu no sabess lo que es ser esclavo,
de un amor impetuoso y ardiente,
y llevar un afán, como un clavo,
como un clavo metido en la frente.
Tu no sabes lo que es la codicia,
de morder tu boca anhelada,
respirando la inquieta caricia,
de tus labios y tu boca rosada.
Tu no sabes los males sufridos,
por quién lucha sin fuerza y ruega,
y mantiene sus brazos tendidos,
a un cuerpo que nunca se entrega.
Y no sabes lo que es el despecho,
de pensar en las formas de tu cuerpo,
revolviéndome sólo en mi lecho,
que el insomio ha sembrado de espinas.
JOSE RAUL