Martín Luther King

“(..)…yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano". Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales". Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad. Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia. Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad. ¡Hoy tengo un sueño! Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas(..)”

Así hablaba Martín Luther King, que fue asesinado el 4 de abril de 1968, mañana hará 41 años.
“Menphis, Tennessee, el 4 de abril de 1968, el líder de color y Premio Nobel de la Paz, reverendo Martin Luther King es abatido de un tiro en la cabeza por un francotirador mientras saluda a sus seguidores desde el balcon del motel Lorraine, acompañado por sus colaboradores entre los que se encuentra el reverendo Jesse Jackson. King galardonado con el Premio Nobel de la Paz cuatro años antes por su labor en favor de la igualdad racial y los derechos civiles tenía 39 años de edad. El atentado provoca estupefacción en la nación y es el inicio de graves desórdenes e incendios que se extienden a otros estados los que arrojan cerca de 50 muertos. King era visualizado como una amenaza para los intereses del establishment por su poder de movilización y convocatoria. El presunto ejecutor de King, James Earl Ray, será detenido 6 meses después pero las sospechas de una conspiración en contra de King perdurará 30 años mas tarde, mientras crece la convicción de que J.Ray no ha sido el verdadero asesino….”

 
   
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