Te ví un día, flotando ante mis ojos, tu imagen de los ojos se me quedó, como una mancha oscura, orlada en fuego, que flota y ciega, si se mirara el sol.
Adondequiera que la visto fijo, torno a ver tus pupilas llamear, mas no te encuento, a ti llamar, es tu mirada, tus ojos y nada mas.
Desde lejos te los miro, demasiado fantasticos lucir, cuando duermo los siento ese par abiertos sobre mi.
Yo sé que hay fuego en ellos, llevan al poeta a perecer, me siento arrastrado por tus ojos, donde me arrastrarán, no lo sé.
Te ví un día, flotando ante mis ojos, tu imagen de los ojos se me quedó, como una mancha oscura, orlada en fuego, que flota y ciega, si se mirara el sol.
Adondequiera que la visto fijo, torno a ver tus pupilas llamear, mas no te encuento, a ti llamar, es tu mirada, tus ojos y nada mas.
Desde lejos te los miro, demasiado fantasticos lucir, cuando duermo los siento ese par abiertos sobre mi.
Yo sé que hay fuego en ellos, llevan al poeta a perecer, me siento arrastrado por tus ojos, donde me arrastrarán, no lo sé.