Lo políticamente correcto entre los intelectuales es afirmar que la verdad no existe, por lo menos entre los intelectuales que publican. La verdad no está de moda, es más está demodé. La verdad no está en uno de sus mejores momentos. La verdad como algo objetivo, tiene muy mala prensa. Yo creo que deberíamos hacer algo por la verdad. Un homenaje o algo así. Julio Cesar murió de 34 puñaladas, a la verdad también se le han sumado los puñales de lo más granado de la jet pensante.
¿Qué es la verdad? le preguntó Pilatos. Pilatos hoy tiene muchos epígonos. Las películas que produce Holliwood, las novelas que produce La Industria, las entrevistas que emiten las cadenas, las novelas que se editan, todos esos productos insisten en un mensaje que es: vive la vida, no te preocupes, no te vuelvas loco dándole vueltas a la verdad.
Si uno fuera poeta estaría tentado de decir:
La verdad está triste,
la verdad está sola,
¿qué le pasará a la verdad?
Pero todo ello encubre una paradoja. Si la verdad no existe, tampoco la afirmación de que la verdad no existe es verdadera. Si la verdad no existe, no hay afirmaciones universales. Por eso todos en el fondo creen en la verdad. Hasta los que se hacen más duros con eso del postmodernismo, después a escondidas le ponen una vela a la verdad. Porque en el fondo todos saben que allí está. Nos guste o no, la verdad está allí, tan campante.
En realidad la verdad está tan tranquila, porque ni mil mentiras lograrán cambiar la verdad. La verdad es intangible. Podría yo decir que la verdad es como un baluarte, como una fortaleza, pero la comparación no sería acertada: no hay atalaya tan invulnerable como la verdad. No necesita de fosos para ser protegida, ni de muros, ni de torreones. La verdad luce como un sol. Aunque hasta el sol agota su materia. La verdad no se agota. La verdad existe, sin gasto alguno, sin rozamiento, por sí misma.
Todo esto que he dicho se refiere a cualquier verdad, desde la verdad de que 1+1=2, a la verdad de que ahora mismo estoy escribiendo en mi ordenador este texto que estás leyendo. Lo dicho aquí sobre la verdad vale tanto para las más pequeñas como para las más excelsas. Aunque para nosotros los cristianos no hay verdades tan altas como las verdades de la religión. Además, para nosotros Dios es la Verdad.
Desconozco el autor
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