Escuchar, mirar, hacer. Tres asignaturas pendientes que nunca tendremos aprobadas en esta escuela de la vida por la que todos pasamos, pero que sólo algunos aprovechan.
¿Eres de las personas que escuchan o de las que oyen? Escuchar es ir más allá, es querer comprender, salir de uno mismo para entrar en el otro, en definitiva, es desarrollar la cualidad de la empatía.
¿Miras o ves? Todos vemos cuando se presenta a nuestro alrededor, pero tan sólo algunos miran con afán y curiosidad. Observa con detalle. Que no se te escape nada.
En cuanto al hacer, cada persona tiene sus gustos. Hagamos lo que sea, pero hagámoslo con el espíritu crítico positivo que nos ayudará sin duda a reconocer los propios errores.
Yo te diría más. En esta escuela de la vida podrás aprender de todos, unos como modelo y de los otros lo que no has de hacer.
¿Actúas con asertividad?. La asertividad se basa en una filosofía de responsabilidad individual que nos hace ser conscientes de nuestros derechos y de los de los demás.
Ser asertivo es ser honesto con uno mismo y con los otros. Ser asertivo no es ser sumiso ni agresivo. Es saber decir sí y saber decir no, cuando convenga, sin temor al que dirán.
Es mostrar las emociones auténticas de alegría, tristeza, miedo, afecto, enfado. Es ser capaz de expresar y mantener una opinión distinta a la de la persona o personas con las que estamos hablando.
Una persona asertiva sabe pedir lo que necesita sin temor, sabe admitir los propios errores tanto privada como públicamente, sin temer por ello a la desvalorización de los demás. Sabe disculparse cuando ha ofendido a alguien o cuando ha cometido un error. También sabe aceptar los elogios.
Con todos estos datos que te proporciono, analiza si realmente eres una persona asertiva.
Ser asertivo es ser honesto con uno mismo y con los otros. Ser asertivo no es ser sumiso ni agresivo. Es saber decir sí y saber decir no, cuando convenga, sin temor al que dirán.