Nos guste o no, somos criaturas de hábitos. Podemos elegirlos buenos o malos. Desafortunadamente, porque a la fuerza negativa llamada el Oponente se le ha dado el control de las ondas de nuestras mentes, los malos hábitos son fáciles de adoptar mientras que los buenos hábitos son más difíciles de adquirir. Hoy, resiste hacer algo que se ha convertido en un mal hábito.