¿Qué es lo que más te gusta de ser tú? ¿Es tú carisma, tú manera de cocinar, o tú tez limpia y clara? Sean cuales sean tus dones, es hora de hacer un inventario de ellos. Haz una lista de tus mejores cualidades, y luego haz tu mejor esfuerzo para ponerlas a mejor uso. Hay una razón para que se te hayan dado esos regalos, y si no los usas, los pierdes.
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