Entre más cerca estás de tener éxito, más fuertes se vuelven tus dudas.
Es el mecanismo de supervivencia de tu oponente interno. Porque una vez que toda duda ha sido eliminada y erradicada de tu cerebro, entonces sea lo que sea que pienses, lo obtendrás. El trabajo de tu oponente interno es desafiarte e impedir que crees satisfacción.
Hoy, olvida las razones que tu mente genera sin parar de por qué no deberías concluir algo. Malditas sean las dudas, simplemente lánzate y ve tras ello, pase lo que pase.
Excelente aporte
Gracias por estar y compartir algo tan bello
Lola