MUJER TU VALES MUCHO
Mujer, tú vales. Afirma tus pies sobre la Roca para que puedas plantarte y permanecer en la posición
que te corresponde. ¿Sabes que los demás te van a dar el valor que tú misma te des, incluyendo a tu esposo?
¿No sabes tú que si las circunstancias te llevan a menospreciarte a tí misma,
estás permitiendo que éstas te manejen?
La opinión que tu esposo tenga de tí es importante, pero, si por su pobre condición espiritual
y emocional no está a la altura de la realidad, no lo tomes en cuenta. Compadécete de él y
piensa de tí misma conforme al valor que Dios te ha dado. Tú eres lo que Dios dice que eres.
"Afirma tus pies sobre la Roca..." ¿Deseas victoria sobre tu situación? "Esta es la victoria
que ha vencido al mundo, nuestra FE? ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
JESUS es el Hijo de Dios?" 1 JUAN 5:4-5. Sólo creyendo en JESUS de corazón y deleitándonos
en El de día en día es que podemos asumir la posición que El mismo nos ha designado.
"Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su ESTIMA sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
" PROVERBIOS 31:10 . "Muchas mujeres hicieron el bien; mas tú sobrepasas a todas." PROV.31:29
"Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo porvenir" PROV.31:25
"La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba" PROV.14:1. "El principio de la
sabiduría es el temor de Jehová" PROV.1:7 "La mujer que teme al Señor, ésa será alabada" PROV.31:30
"El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el
todo del hombre( y de la mujer)" Eclesiastés 12:13 "Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de
su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado" 1Juan 3:23
Mujer: Levántate. Dale hoy tu corazón a JESUS; deléitate en El y El te concederá las peticiones de
tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, y confía en El; y El hará. "De modo que si alguno está en
Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" 2CORINTIOS 5:17.
Confiesa que has triunfado porque ya Cristo lo hizo por tí. Empieza a verte a tí misma como Dios te ve,
como dice su palabra: Su especial tesoro.