La razón por la que a veces nos sentimos estancados es que queremos tan poco. Nos volvemos precavidos a medida que envejecemos y aprendemos a hacer las cosas de forma segura. Nos olvidamos de soñar.
Hoy, ¡agita tu mundo! Haz cosas que no harías normalmente. Cuando empiezas a moverte y a exponerte, empezarán a suceder realmente las cosas.
Gracias por tu aporte
Que tengas un feliz Domingo!!!
Lola