Una joven china de 22 años, llamada "C", ha logrado ganar en los tribunales su derecho a mantener ese nombre, pese a que las autoridades de registro civil le habían pedido que lo cambiara, y es que los gustos a la hora de ponerse nombres... son inexcrutables...
Zhao C, natural de la provincia de Jiangxi, ha vencido así en una disputa con el registro civil que duraba ya tres años, desde el día en que fue a renovarse el carné de identidad y se encontró con más dificultades de lo previsto.
En 2005, C tuvo que renovarse el documento de identidad, como todos los chinos, ya que ese año entraba en vigor un nuevo tipo de carné, y descubrió que las autoridades no querían hacerle uno nuevo a menos que se cambiara el nombre que tenía desde su nacimiento.
Según aducían en el registro civil, los ciudadanos chinos no pueden tener un nombre formado por letras del alfabeto latino ni signos de puntuación, por lo que C fue invitada a usar un nombre nuevo. "La gente me ha llamado Zhao C desde que era una niña, no sé quién soy si me cambian el nombre", se quejó la joven.
Su padre, el abogado Zhao Zirong, eligió la letra C para llamar a su hija por ser la primera letra de la palabra "China".
Además, el nombre de la letra en mandarín suena similar a "xi", que en chino significa "Occidente", lo que según el padre mostraba su deseo de que su hija pudiera un día estudiar en Europa o América.
Aprovechando sus conocimientos legales, el padre apoyó a su hija en la defensa de su nombre en los tribunales, y finalmente éstos dictaron a favor de la joven C.
No es el primer caso de apelativo curioso que llega a la prensa china, pues hace unos años ya se descubrió, por ejemplo, que un padre había decidido poner a su hijo recién nacido el nombre de "@", en homenaje a su pasión por Internet.