DIOS, ERES MARAVILLOSO.
Cada día se lo digo a Dios: "Eres maravilloso".
Y cuanto más se lo digo más maravillas me hace ver.
Mi primer pensamiento al despertar es dar las gracias.
Miro afuera. Y allí está otra vez todo el escenario,
el maravilloso teatro en el que me ha sido dado vivir:
el aire, las nubes, los árboles, los setos,
el suelo que tengo bajo los pies, los caminos y el campo,
las flores y los pájaros, y tanto sol...
A mi alrededor están los milagros de la vida,
y el milagro mayor que es la vida misma.
He aprendido a asombrarme como se asombra un niño,
y admirar lleno de alegría todo lo bello y lo bueno.
Sólo cuando muera el niño que llevo dentro
se me morirán los sueños y dejará de haber milagros.
Cuando sueño con un oasis en medio del desierto,
sueño con un trocito de paraíso donde la convivencia
entre los hombres sean una dicha y un placer.
El dinero ya no importa, y nadie quiere dominar a nadie.
Los hombres son bondadosos y caritativos,
sin que sepan que tienen que serlo.
Nadie engaña a nadie. Deja de haber gente que robe,
pero se da cuenta de que es así como debe ser.
Los hombres mantienen la palabra sin saber
que eso es "lealtad". Lo comparten todo,
sin decir que son complacientes.
Nada se magnifica, porque no hay gestos heroicos.
Porque no hacen falta. Y es que todo es tan normal,
tan lógico, tan natural, que ni los mismos hombres
se enteran de que están en un oasis.
P. Phil Bosmans
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