Te vi llegar a mi , con la mirada,
sin temor, infinitamente pura,
que no puedo creer lo sucedido,
recibir éste gran jardín florido.
Llegaste a mi como la primavera,
dándole luz a mi pobre vida,
eres fortaleza para mi alma,
y alimento para mi espíritu.
Espero la hora de tu contacto,
sentir tu aliento a lo lejos,
y la fragancia de tu cuerpo,
que invade toda mi alcoba.
Parece que en tiempos pasado,
algo nos tenía también unido,
ya que somos tan parecido,
como que juntos nos criarón.
Por eso tenemos los mismos
gustos y deseos, que nos
dejan muy conmovidos de
todo lo que hacemos...
JOSE RAUL