Sonríe, sonríe, ¡sonríe! Entrénate y practica el arte de sonreir.
Verás las cosas de otra manera y tu vida cambiará de color
Elige series o películas cómicas.
Expanden tu espíritu y mejoran tu salud.
Huye de los dramas y de la violencia.
Aprende a buscar el lado positivo de las personas y de las cosas.
Te sorprenderá el comprobar que
"siempre" lo tienen.
¡Ama a tu familia, a tus amigos, a la vida. . .
profunda, plenamente! Pero que tu amor sea alegre,
desinteresado, feliz. Aléjate de la cultura del
sufrimiento y entra "de pleno derecho" en la cultura de la felicidad.
Defiende, contra todo, tu libertad personal y tu paz interior.
Son dos valores irrenunciables
y un seguro a todo riesgo para mantener tu felicidad.
Rompe los límites de tu existencia y dale un sentido trascendente a tu vida.
Tu mundo se expandirá y adquirirá una nueva y extraordinaria dimensión.
Mímate, cuídate, quiérete. Tú eres lo más importante,
lo más valioso para ti en tu vida.
Libérate de la necesidad de aprobación de los demás.
Es primordial para tu felicidad.