Desafiar
lo imposible
En una revista vi un artículo titulado:
«Desafiar lo imposible»
La nota trataba sobre un alpinista
profesional,
que había dedicado gran parte
de su vida a escalar los picos
de las montañas más
peligrosas
y altas del mundo.
Por su habilidad y sus logros,
era reconocido como uno
de
los mejores escaladores del
mundo.
Pero enfrentarse a este
tipo
de aventuras tiene sus
consecuencias
y en muchas oportunidades su salud
se vio afectada. En una oportunidad
los resultados fueron de extrema
gravedad,
por lo que tuvieron que
amputarle
siete dedos de sus pies
que
se habían
congelado.
A pesar de todo,
siguió sin acobardarse y continuó
estudiando
formas de continuar desafiando lo
imposible.
Después de leer esta
nota,
recordé que hace diez años,
tuvimos que sufrir un terrible
problema económico.
El negocio no
funcionaba,
las deudas fueron aumentando y
superaban toda posibilidad
de hacer frente a los más
mínimos
compromisos con los acreedores y
bancos.
Lo más duro de esta situación era
que teníamos una gran posibilidad
de
perder nuestra única casa y
el salón comercial. Teníamos dos
opciones, una era deshacernos
de la propiedad, antes de que los
acreedores
tomaran control sobre ella o «desafiar
lo imposible»
Nuestra conciencia nos decía que lo
primero,
aunque la mayoría de las
personas
lo hacen para salvar su
posesión,
no era lo correcto, interiormente
sentíamos
que Dios no nos permitía hacer
algo
que ante Sus ojos no era lo
correcto. Aunque consideres que la decisión
fue una locura, elegimos la segunda
opción.
¡Si! Decidimos «desafiar lo
imposible»
Y ese desafío fue poner toda la
situación
en manos de Dios. Te
preguntarás
¿Poner en juego una propiedad solamente
por fe?
Si, lo hicimos simplemente por fe y
aceptando
el riesgo de perderlo todo y quedarnos
en la calle. Te digo que al principio fue muy duro,
cuanto más le pedíamos al Señor para
que interviniera, más llamadas
de
acreedores recibíamos,
cuanto más clamábamos a
Dios,
mas cartas llegaban de los
abogados
reclamándonos el pago de
las
deudas y la posibilidad de perderlo
todo,
cada día era más
real.
Buscábamos consejos de amigos,
esperando que tal vez alguien
podría darnos una palabra de ánimo,
que nos aportara un poco de
paz.
Un día fuimos a visitar a
Dan,
un gran consejero y amigo.
El nos dijo una frase que jamás
olvidaremos por el resto de nuestras
vida
y que sobre todo nos ayudo a encontrar
esa paz tan anhelada: «Esperen con
paciencia,
porque Dios va hacer algo
muy grande en sus vidas»
palabras simples pero que
fueron
de gran profundidad y nos
ayudaron
a seguir «desafiando lo
imposible»
Pasamos dos años, con una mezcla
de
angustia por no ver un pequeño rayo
de
sol en nuestro oscuro cielo y por otro
lado
de esperanza que un día pudiéramos
ver
la mano de Dios, haciendo lo que
para nosotros era «lo
imposible»
Y por fin ese día llego. El problema más
importante que teníamos,
era la deuda de muchos miles de
dólares,
asociada a una tarjeta de
crédito.
Una tarde al regresar a nuestra
casa encontramos en el buzón
un sobre con el resumen de
cuenta
de dicha tarjeta y abrimos el sobre
con mucho temor, pensando que podía ser
el fin.
Quizás te estés preguntando,
por qué teníamos
miedo,
si teníamos tanta fe.
La respuesta es sencilla,
nuestra fe no es completa
y
casi siempre hay una
pequeña
dosis de temor e incredulidad por lo
que pueda suceder.
Nosotros pensábamos que Dios
iba a salvar nuestra
propiedad,
pero por otro lado,
Él podía decidir que lo perdiéramos
todo,
para luego darnos algo mejor.
Todo era
factible.
Cuando vimos el resumen,
primero me fije si era el
mío,
porque no podía creer lo que estaba
leyendo,
la deuda estaba
pagada,
no me preguntes como,
porque hasta el día de hoy sigue siendo
un misterio,
pero la deuda había sido
cancelada.
Fue en ese mismo momento
cuando
comprendimos que Dios había
actuado
como solo Él puede
hacerlo.
A partir de este
milagro,
se fueron sucediendo
otros,
los que nos llevo a la
convicción
que para «desafiar lo
imposible»
la única manera es confiar y sobre todo
esperar en Dios.
Hace ya diez años de esta tremenda prueba
y
siempre recordamos las palabras de mi
amigo Dan,
«Esperen con
paciencia,
porque Dios va hacer algo muy grande en
sus vidas»
Esta situación y el hecho de haber
experimentado el amor
y
el poder de Dios de una manera tan
practica,
nos sirvió de tal manera que
hoy
podemos compartir estos mensajes
de vida contigo para que
puedas
ver que nada en este mundo se puede
lograr,
sin la ayuda de
Dios.
«Su especialidad; que lo
imposible,
sea
posible»
Bendiciones!!!
E
|