TRIPLE CRUZ CÓSMICA Junio-Julio -2011
Entre los días 24 de Junio y 14 de Julio, se producirá en el cielo.
Una cruz cósmica es un evento poco frecuente, sin embargo en un espacio de 12 años, la de 2011 será la tercera. Agosto 1999, Junio 2006 y Junio 2011.
1.- No es una sola cruz, sino tres que se van sucediendo. La primera, comienza el día 23 de Junio y alcanza su máximo grado de perfección el día 30-06-2011. Los planetas que la constituyen son: Sol en Cáncer, oposición a Plutón en Capricornio – Urano en Aries, oposición a Saturno en Libra. Precisamente el día 30, intervienen en conjunción con el Sol, Venus y la Luna.
El día 1-07-2011, la Luna hace una segunda cruz con Plutón, Urano y Saturno.
Terminando el día 5-07-2011 y cuando la primera cruz todavía no se ha deshecho, Venus configura una tercera cruz con Plutón, Urano y Saturno, que finaliza el 14-07.
2.- Venus, el Sol y la Luna en conjunción el día 30-06, recuerda la imagen simbólica de Apocalipsis 12-1: “Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento”.
Gráfico de la Cruz cósmica el día 30-06-2011, con el Sol, Venus y la Luna en conjunción
3.- El Sol y Plutón en oposición.
Siempre desde el punto de vista simbólico, El dios de la luz y el de la oscuridad en oposición (El cielo y el Hades simbólicos).
4.- Urano y Saturno en oposición – Saturno en Libra
Saturno o Cronos, dios del tiempo, en el mito griego derroca a su padre Urano, dios del universo, cortándole los testículos con una hoz. Sin olvidar, que el propio mito adjudica a Cronos el gobierno de la edad dorada o primera edad del mundo. (por lo tanto en el otro brazo de la cruz, están en oposición el primer dios y el tiempo su hijo). Saturno en Libra. Libra, tradicionalmente, simboliza el juicio (la balanza), por tanto desde el símbolo, nos dice que “el tiempo está sometido a juicio.”
5.- Los 22 arcanos mayores del tarot y las 22 letras del alfabeto hebreo y sus correspondencias astronómicas.
En la cruz cósmica que nos ocupa
Constelaciones – Signos Astrológicos:
Aries: Letra hebrea (HE) nº 5 – Carta: Sumo Sacerdote
Capricornio: Letra (HAYIN) nº 16 – Carta: Torre
Libra: Letra (LAMED) nº 12 – Carta: El Colgado
Cáncer: Letra (HET) nº 8 – Carta: La Justicia
Astros:
Urano: (ALEPH) -1- Mago * Plutón: (SAMECH) –15- Diablo * Saturno: Letra (RESCH) nº 20 – Carta: El Juicio Sol: Letra (THAU) nº 22 – Carta: El Mundo
Urano, se corresponden con la letra (ALEPH) nº 1 y por lo tanto Carta: El Mago y el Plutón mitológico es el equivalente al diablo, así que letra (SAMECH) nº 15, carta: Diablo
Si ahora tomamos los números de orden de las letras hebreas que intervienen y sumamos dos a dos comenzando desde el sol en cáncer:
(Sol) 22 + (Cáncer) 8 = 30 (Urano)1 + (Aries) 5 = 6 (Plutón) 15 + (Capricornio) 16. Aquí deberemos operar de manera teosófica
15 = 10 + 5 16 = 10 + 6 20 +11 (2011)
(Saturno) 20 – (libra) 12 (2012)
Entonces tenemos 30 – 6 – 2011 – 2012
6.- Ahora utilizando las letras hebreas, componemos dos palabras, siguiendo el orden desde el 1 y escribiendo de derecha a izquierda como se hace en hebreo.
Con las letras Aleph, Samech, Resch, Thau, componemos la palabra PRISIONERA. Con He, Hayin, Lamed, Heth, la palabra resultante significa, Elevación o Peregrinaje hacia arriba. No olvidar que el alma está prisionera del cuerpo.
7.- Las letras hebreas, tienen su propio valor numérico. De la 1ª a la 10ª valen igual que su orden. la 11ª vale 20 y va aumentando su valor de 10 en 10 hasta la 19ª que vale 100, la 20ª vale 200, la 21ª 300 y la 22ª (Thau) 400.
Los astros que intervienen son 6 en total. Sol, Luna, Venus, Urano, Saturno y Plutón. Si sumamos sus valores numéricos, veamos lo que ocurre.
Astro Letra orden valor Sol Thau 22 400 Luna Beth 2 2 Venus Ghimel 3 3 Urano Aleph 1 1 Saturno Resch 20 200 Plutón Samech 15 60
La suma de los valores es 666
El libro del Apocalipsis consta de 22 capítulos, uno por cada letra hebrea y es en el capítulo 13 versículo 18 donde se nombra el famoso número 666. Dice lo siguiente:
“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”.
Mucho se podría decir del simbolismo de este párrafo, pero me contentaré con señalar que la letra hebrea nº 13 es la MEM y representa la muerte, la muerte en el sentido de renovación, termina lo viejo y nace lo nuevo. y la letra nº 18 es TSADÉ, jeroglífico que expresa la idea de término o meta y su correspondencia astronómica es Acuario.
La Esfinge de Giza mira a la posición de la era Leo hace más de 12.500 años, y a ese momento los egipcios lo llamaban el Zep Tepi o principio de los tiempos y el ciclo equinoccial es de algo menos de 26.000 años, esto es que entramos justo en la mitad del ciclo, la mitad descendente de la que hablan las antiguas tradiciones, el proceso de "materialización" del espíritu y ahora comienza el camino de retorno o de espiritualización.
Así también con las predicciones del calendario Maya que sitúa ese momento a finales de 2012 y en el que dicen que el ser humano habrá de decidir desde su conciencia entre su armonización con la naturaleza y el cosmos o su autodestrucción.
Es asombroso también, como es que la fecha en la que tendrá lugar la cruz cósmica con las sumas de los números de orden, teniendo en cuenta que el calendario gregoriano es de 1582, así como el descubrimiento oficial de Urano es de 1781 y el de Plutón de 1930. Igualmente asombra que precisamente el día 29 del 06, sea el día dedicado a San Pedro (simbólicamente el portador de ambas llaves).
¿Será esta cruz cósmica la “Señal del Hijo del Hombre” mencionada en Mateo 24-30? El simbolismo es a la perfección.
Efectivamente existe un plan divino, ciclos de evolución que eran conocidos desde la noche de los tiempos y de los cuales se nos han dejado pistas y claves en las distintas épocas y por diferentes culturas.
Estamos al borde de lo que se ha llamado el fin de los tiempos, solo que no, como la destrucción del planeta tierra, sino como el despertar de la conciencia y el principio de una nueva humanidad.
Es el final de los tiempos, porque terminan los tiempos de descenso y se dejará de pensar y actuar desde el más puro instinto de supervivencia, para hacerlo desde el amor y la conciencia. Es el juicio final, porque el ser humano dejará de juzgarse y de juzgar a los demás. Significa el fin del mundo, porque dejaremos de creer en un mundo de desigualdades, en el poder de la fuerza, en la imposición, en la apariencia, para creer en un ser humano como célula cósmica miembros de UN mismo SER y sabedores de que lo que afecta a UNO, afecta a TODOS. Un mundo desde la auténtica libertad y desde el amor.
Significa la segunda venida del Cristo, no en Jesús de Nazaret como personaje histórico, sino en Cristo como ideal de perfección humana, tal como es descrito simbólicamente en los evangelios y que hace algo más de 2000 años, se produjo una corriente de pensamiento inspirada desde niveles espirituales elevados, que dio origen al cristianismo primitivo y esto fue la “primera venida”. Igualmente que una nueva oleada nos está llegando en estos tiempos.
“El Señor descenderá al mundo en los últimos días ………… Y cuando haya saqueado al ángel de la muerte, resucitará al tercer día y permanecerá en el mundo durante 545 días. Y luego muchos de los justos ascenderán con él.”
Si sacamos la cuenta, desde que comienza la Cruz cósmica el 24 – 06 -2011, hasta el 22 - 12 – 2012 (fecha que proporciona el calendario maya), hay exactamente 545 días.
En Apocalipsis 8-1 dice: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora”.
Considerando el ciclo equinoccial de casi 26000 años como el gran año cósmico, con 12 meses (eras) de 30 grados (días) 26000/12= 2166,67/30= 72,22/24 (horas) = 3,01. Por lo tanto 1 hora del año cósmico, equivale a 3 años terrestres, por lo tanto media hora equivale a año y medio o 545 días. Si el ciclo comienza en Leo e interpretamos cada era como un sello, el séptimo sello es Acuario. El "silencio del cielo" es una ausencia de influencias externas durante ese período de año y medio, ni para bien, ni para mal, quedando solo con nuestro verdadero estado de conciencia
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