El reino del ungido de Jehová
¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas
Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas.
El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos.
Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira. Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte. Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
Servid a Jehová con temor, Y alegraos con temblor.
Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.
Salmo 2
Lolis Navarrete |