Muere el «héroe romántico» de Auschwitz
Israel le otorgó la máxima distinción en 1985
Pero la historia de Jerzy Bielecki, el jóven católico polaco que en 1944 liberó a una joven judía en Auschwitz
Jerzy tenía 19 años cuando los alemanes le apresaron en Polonia, bajo la sospecha de que pertenecía a la resistencia
Le enviaron en el primer transporte de presos varones -todos polacos- al campo de concentración de Auschwitz en abril de 1940
Casi tres años más tarde, en enero de 1943
Una joven judía polaca de 22 años, Cyla Cybulska
Fue detenida junto a sus padres y tres hermanos -dos varones y otra chica-
En el gueto de Lomza, en el norte del país
La familia al completo fue enviada a Auschwitz-Birkenau
Los nazis asesinaron de inmediato en las cámaras de gas a los padres y a la hermana
Pero Cyla y sus dos hermanos fueron enviados a trabajos forzados
Jerzy y Cyla
Se conocieron en estas circunstancias en septiembre de 1940 y la chispa del amor prendió enseguida entre los dos presos
Jerzy decidió escapar con su novia, pero el plan que urdió parecía un disparate
Gracias a su amistad con uno de los trabajadores polacos del almacén del campo, consiguió un uniforme de oficial de las SS y logró elaborar un salvoconducto falso
De esta manera -y gracias a su buen alemán- consiguió hacer creer a algunos guardianes que era un oficial de los servicios secretos que se llevaba a la joven judía fuera del campo para interrogarla
En una entrevista Jerzy contaba sus sentimientos en aquellos momentos
«Sentía el pánico que me corría por toda la espalda a la espera de recibir el primer tiro al cruzar la puerta de salida»
Jerzy Bielecki (d) con su hermano Leszek en una imagen de 1944
Después de diversos avatares, la familia de Jerzy insistió en que éste se reuniera con ellos en Cracovia
Cyla fue escondida en casa de unos agricultores amigos
Pero al término de la guerra los dos enamorados fueron incapaces de reencontrarse
Jerzy acabó casándose en Polonia
Cyla, contrajo matrimonio con un judío, con el que acabó recalando en Nueva York
En 1982, Cyla contó la historia de su liberación a su sirvienta polaca, que quedó estupefacta
Había escuchado la misma historia contada por el propio Jerzy en la televisión de su país antes de abandonarlo para trabajar en Estados Unidos
Ambas mujeres se pusieron manos a la obra para dar con el paradero de Jerzy, y el reencuentro se produjo en
El aeropuerto de Cracovia en el verano de 1982
El enamorado acudió a la cita con un ramo de 39 rosas rojas, una por cada año en que habían estado separados
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