Al concluir, Señor un día más, me confío a Tí por entero: mis progresos y mis fallos, mis sentimientos y mis dudas, mis afectos y mi desconsuelo.
Dame paciencia, Señor, a pesar de las preocupaciones que me asaltan, dame valor para cambiar en mi vida lo que debo cambiar; dame serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar.
Te doy gracias, Señor, por cuanto hacen los demás para ayudarme.
Te ruego que esta noche no te alejes de cuantos tienen miedo, o están solos.
Acaricia a los que sufren; consuela al que está angustiado y deprimido; ayuda a quien vacila en su fe.
Alivia los sufrimientos; infunde paz en las mentes y esperanza en los corazones.
Haz, Señor, que en lugar de maldecir a las tinieblas esté presto a encender mi lámpara para iluminar el mundo. Amén
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