Perdonar es muy poderoso. Jesús estaba consciente de ello cuando eligió perdonar a los que estaban en su contra. El perdón nos lleva a mirar más allá del comportamiento de otro y verlo como un hijo de Dios.
No significa tolerar una acción o comportamiento nocivo. Perdonar nos brinda la oportunidad de liberar pensamientos y sentimientos negativos para encontrar la fortaleza para seguir adelante.
También es importante perdonarme y verme como hijo de Dios. Si he actuado de una manera que lamento, me perdono, aprendo de mi error, y sigo adelante. Al perdonar estoy siguiendo las enseñanzas de Jesús. Al mirar hacia adelante y no hacia atrás, siento paz.